Los trastornos ocasionados a conductores y vecinos por el "argayón" de Anzó, que desde el pasado 22 de marzo mantiene cortado el Corredor del Nalón y dejó prácticamente aislado el concejo de Caso, han forzado a poner sobre la mesa la elaboración de un listado geográfico de potenciales zonas de la red de carreteras de Asturias que pueden verse afectadas por desprendimientos similares. El grupo parlamentario del PP ha presentado una proposición no de ley en la Junta General del Principado en la que demanda al Principado la realización de "un mapa de puntos o zonas de especial peligro de inestabilidad de ladera en la red de carreteras autonómica, que incluya la determinación, valoración, graduación y control del riesgo, así como las medidas de vigilancia y estabilización necesarias".

En la argumentación de su propuesta, el PP expone que el "súbito desprendimiento" de Anzó afectó a unas rocas muy duras (cuarcitas) pero intensamente fracturadas, en las que son comunes este tipo de inestabilidades de ladera". Explica el escrito, además, que "el talud afectado constituía un punto de singular peligrosidad, dado su inadecuado diseño -con excesiva pendiente, de inusual altura y sin las obligadas medidas de estabilización- y su insuficiente factor de seguridad, que estaba muy por debajo de los valores razonables para este tipo de carretera".

Los populares remarcan que en similares y "precarias condiciones de seguridad" se encuentran otros puntos de la AS-117 (Riaño-Puerto de Tarna), "carentes igualmente de medidas de estabilización, que cuentan con unas mínimas condiciones de seguridad".

Para el PP, en la actualidad puede intervenirse de forma preventiva sobre los argayos ya que "el conocimiento geológico permite identificar sin especiales dificultades los taludes potencialmente más inestables. Es preciso, por tanto, tener identificados de forma sistemática todos aquellos puntos con mayor susceptibilidad a los movimientos de ladera, como paso previo para poder actuar sobre aquellos que presenten un peligro más inminente de inestabilidad", indicaron del desde el grupo popular. Y añadieron: "Hoy en día, no es necesario esperar a que un talud se caiga para proceder a su estabilización. Las rocas suelen presentar indicios suficientes que permiten anticipar su inestabilidad a medio o largo plazo".

Zonas peligrosas

La composición geológica de los taludes de la red de carreteras autonómica, argumenta la propuesta del Partido Popular, "es diversa y la presencia tanto de cuarcitas como de otros materiales problemáticos no es exclusiva de la AS-117, sino que ya se han producido desprendimientos en otras muchas vías, por lo que es preciso tener claramente definidas las zonas más peligrosas y establecer medidas para abordar las situaciones de mayor riesgo".

El Principado ya anunció a mediados del pasado mes de abril -cuando descartó recurrir a las voladuras para sanear el argayo y optar por la utilización de una retroexcavadora de grandes dimensiones- su intención de revisar los taludes de la AS-117 para prevenir otros desprendimientos.