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Paralímpicos por un día

Escolares del colegio Liceo estrenan un programa diseñado por la Facultad Padre Ossó para mostrarles los deportes adaptados a los discapacitados

Janet Acevedo y Nel Noriega, jugando al baloncesto en silla de ruedas en el campus de Mieres. FERNANDO GEIJO

"Lo que más me gustó no fue jugar, sino ponerme en la piel de alquien que no puede ver".

Con esa naturalidad e inocencia, Olaya Parga, una niña de 11 años del colegio Liceo Mierense, relataba ayer la experiencia que vivió junto a sus compañeros de clase, en el campus de Mieres, donde pudieron participar en varios deportes paralímpicos, gracias a una iniciativa de la Facultad Padre Ossó de Oviedo. Goalball -una especie de balonmano para personas ciegas-, Boccia -deporte similar a la petanca que juegan discapacitados psíquicos-, esgrima, lanzamiento de peso, baloncesto en silla de ruedas, voleibol o diversas modalidades de atletismo fueron los retos a los que ayer se enfrentaron estos pequeños.

La iniciativa, que se repetirá todos los viernes hasta el 15 de junio, surge del programa "Asturias, paraíso del Deporte", que lleva a cabo la Facultad Padre Ossó. "La idea es difundir el deporte entre los escolares asturianos y va paralela al Museo de Leyendas, que está orientado para los alumnos un poco más mayores, aunque también pensamos en hacer alguna actividad con niños de educación Primaria que combinase el museo y la práctica deportiva", indicó el vicedecano de Formación Académica de la Facultad Padre Ossó, David Méndez.

Y así se inventaron estas paraolimpiadas, cuyos monitores son los alumnos del grado de Educación Primaria de la escuela universitaria ovetense, que aprovechan también para iniciarse en el contacto con los niños. "La idea es que los escolares no sólo conozcan las actividades, sino que también valoren el esfuerzo que supone para las personas con alguna discapacidad el poder hacer un deporte", señaló David Méndez. Y vaya que si lo hicieron.

Los escolares del Liceo se dividieron en grupos y fueron pasando por las estaciones de los diferentes deportes. El primer juego que probaron Olaya Parga y Miguel Braña, junto a otros compañeros, fue el "Goalball", una modalidad para personas ciegas en las que en equipos de tres, se lanzan el balón rodando hacia una portería, y deben evitar el gol guiados por un cascabel que va en la pelota. "Es muy divertido, pero también difícil", explicaba Parga. Su compañero, Miguel Braña, que juega al fútbol habitualmente, indicaba que "es mucho más difícil, porque este balón no va recto y además el cascabel poco te ayuda".

En otro grupo estaban Janet Acevedo y Nel Noriega. A ellos les tocó empezar por el baloncesto en silla de ruedas. "Moverte en la silla es un poco difícil", confesaba la alumna. Para Nel Noriega, el desplazamiento estaba dominado. "Lo complicado es tirar a canasta, casi no tienes fuerza", confesaba.

Durante la mañana, todos los chavales fueron probando las diferentes actividades. "Son juegos divertidos, pero lo más difícil es que los hagan personas discapacitadas", confesaban los chicos, que por un día fueron deportistas paralímpicos.

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