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La situación del mercado laboral en la comarca

Las Cuencas doblan el porcentaje de empleos destruidos en Asturias

Los concejos mineros perdieron en la última década casi 6.000 empleos, el 19,4% de los que mantenían, cuando la bajada a nivel regional fue del 10,9% | El declive del sector del carbón y la escasa incidencia de las empresas que recibieron ayudas durante la reconversión motivan el fuerte descenso

Una de las protestas que se realizaron en 2013 para evitar el cierre de los talleres de Duro Felguera en Langreo. FERNANDO GEIJO

La crisis económica, el escaso éxito de las empresas que recibieron ayudas de la reconversión y el declive imparable de la minería del carbón ha hecho que las Cuencas pierdan empleo a un ritmo el doble de rápido que el resto de Asturias. En la última década, desde 2007, en los diez concejos de las comarcas mineras se destruyeron casi 6.000 empleos, exactamente 5.764. El ritmo de pérdida de puestos de trabajo fue del 19,38%, casi del doble del porcentaje que se perdió como media en Asturias, que fue del 10,9%. En el valle del Caudal el ritmo de destrucción de empleos es superior a la del valle del Nalón. En ambos casos es muy superior a la media regional.

Entre 2007 y 2017, según los datos del Servicio de Empleo del Principado de Asturias, en la región se perdieron 44.320 afiliaciones a la Seguridad Social. Se pasó de 403.590 empleos a 359.270, un 10,9 por ciento menos. Unas cifras preocupantes que, según han recalcado en diversas ocasiones las centrales sindicales, hablan del progresivo declive del tejido industrial y empresarial del Principado. Esta cuesta abajo, ligera en el caso de Asturias, es mucho más acentuada en las Cuencas, prácticamente el doble: supuso la pérdida de uno de cada cinco empleos. En 2007, había afiliadas a la Seguridad Social, en los municipios carboneros, un total de 29.750 personas. En 2017, la cifra se había reducido hasta los 23.986 trabajadores, es decir, 5.764 empleos menos. La reducción supone una pérdida de la masa laboral del 19,38%.

En la comarca del Caudal, la rebaja es más acentuada que en la del Nalón. Se pasó de tener 13.942 trabajadores a 10.991, una reducción del 22,17 por ciento, más del doble de la media asturiana. En el valle del Nalón, el número de personas registradas en la Seguridad Social pasó de 15.808 a 12.995, según los datos del Servicio de Empleo. Es decir, una bajada del 17,8 por ciento. Se trata de unos datos que, conjuntamente, prácticamente doblan la proporción de pérdida de empleos registrada en Asturias.

Por municipios, en términos globales, el que más empleos perdió fue Langreo, que pasó de 11.241 a 9.019 trabajadores (2.222 menos, una bajada del 19,8 por ciento), seguido de Mieres, con una reducción de 1.976 empleos (de 8.568 a 6.592, el 23% menos). En proporción, la mayor bajada fue la del municipio de Lena, del 29,5%: Pasó de tener 2.905 empleos en 2007 a 2.049 una década después. Mieres y Langreo se posicionan en segunda y tercera posición. Hay dos excepciones a la destrucción de empleo generalizada en los concejos de las Cuencas. Se trata de los dos municipios "pequeños" del Caudal, Riosa y sobre todo, Morcín, donde en este tiempo se puso en marcha el polígono de Argame. En Riosa se subió de 168 a 177 puestos de trabajo ( un 5,4% más) y en Morcín, de 412 a 636 (un crecimiento del 54,4 por ciento).

Fracasos

Los golpes recibidos por los municipios mineros en forma de cierres empresariales han sido especialmente duros en esta década. Muchas de las empresas que surgieron gracias a las ayudas de los fondos mineros, como Alas Aluminium en Langreo, Diasa en Mieres o Venturo XXI en San Martín del Rey Aurelio fracasaron, en la mayor parte de los casos, por la negligente gestión de sus promotores. También hubo casos especialmente sangrantes, como el de Duro Felguera en Langreo. La empresa solicitó fondos mineros para hacer una nueva sede en Gijón y se llevó buena parte de sus puestos de trabajo desde el concejo langreano a la ciudad costera. Solo entre 2008 y 2010, la empresa se llevó unos 400 empleos del concejo. Finalmente, su actividad se ha visto limitada a la planta de Felguera Raíl en Mieres, tras la clausura definitiva del "tallerón" de Barros y de Felguera Melt.

Los casos de cierres industriales más recientes se han producido hace pocos días. En Mieres, una compañía histórica, como Mieres Tubos, echó el cierre definitivamente, tras varios años agonizando y sin haber tenido la propiedad una intención real de reflotarla. Triman, por su parte, atraviesa graves problemas, que la han llevado hasta el concurso de acreedores. No está en situación crítica, pero también ha sido protagonista de las últimas semanas Rioglass, cuyos 106 empleados en el Caudal sufren un expediente de regulación de empleo temporal por la falta de pedidos.

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