Faltaban pocos meses para finalizar la obra civil del soterramiento de las vías de la antigua Feve en Langreo y la financiación necesaria para abordar las dos últimas fases de los trabajos permanecía en el aire. Ni el Ministerio de Fomento ni el Principado habían adquirido entonces ningún compromiso en firme para ejecutar los trabajos y se reclamaban uno al otro que se hiciesen cargo de ellos. Tras el desbloqueo la situación es muy diferente y la coordinación de ambas administraciones para concluir la obra y que el tren puedan circular por el túnel construido en Sama y La Felguera queda patente en el proyecto redactado por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para la segunda fase.

El Gobierno central se encargará de la denominada superestructura ferroviaria -la instalación de las vías, la catenaria y la señalización- mientras el Principado acometerá, una vez finalizados estos trabajos, la urbanización de los terrenos liberados con la obra del soterramiento. El proyecto para esta segunda fase de los trabajos tiene un presupuesto de 15,1 millones de euros y un plazo de ejecución de nueve meses. "La solución presentada debe respetar el planeamiento urbano y la urbanización de los terrenos liberados debido al soterramiento del ferrocarril", explica la ingeniería que redactó el documento.

En el proyecto remitido por el Adif al Ayuntamiento de Langreo se incluye la construcción de un muro en las proximidades de la nueva estación de Sama con el objetivo de "ocupar el menor espacio posible de la acera proyectada por el Principado para el vial de acceso a la estación, que según el proyecto inicial cuenta con una anchura de 2,30 metros y después de implantar el ferrocarril se verá reducida a 1,70 metros en un tramo de 60 metros". En el diseño también se tiene en cuenta "la futura glorieta que formará parte de la urbanización final" en las cercanías de la rampa de acceso al túnel próxima a la actual estación de Sama, que tiene una pendiente del 25%.

Se incluye además en el proyecto varios planteamientos trasladados por los técnicos del Ayuntamiento de Langreo. Entre ellos, la ubicación de los pozos de ventilación. El Consistorio pide que las rejillas de superficie sean calculadas para tráfico de vehículos de tareas de mantenimiento (barredoras) o de otros coches. La coordinación entre las administraciones central y regional ha llegado después de varios desencuentros durante la ejecución de la primera fase, de la obra civil. Estos trabajos iban a ser financiados inicialmente con fondos mineros pero finalmente la cuantía fue asumida por el Principado.

La instalación de la superestructura ferroviaria se extenderá en un tramo de 3.226 metros, de los que 1.323 metros corresponden al túnel y 278 y 385 metros a sus dos rampas de acceso. El Adif prevé que las obras comiencen en agosto.