Las rocas acumuladas en el Corredor del Nalón, que han cortado la vía desde el pasado 22 de marzo a la altura de Anzó (Sobrescobio) y que mantuvieron prácticamente aislado al concejo de Caso durante semanas, están siendo retiradas. Los trabajos para despejar la carretera están en marcha desde ayer, aunque aún no existe una fecha concreta para que se reanude el tránsito rodado. Los camiones iniciaron el traslado de las rocas que forman la plataforma sobre la que se situaron las máquinas para poder llegar a la cima del talud, de 50 metros.

En total se retirarán 12.000 metros cúbicos de piedras, en capas de cinco metros de espesor. Una tarea que simultaneará con la actuación que resta en el talud en la zona que va quedando descubierta tras quitar la plataforma. "Se bulonará (colocar anclajes) por escalones", aseguraron fuentes de la Consejería de Infraestructuras. A continuación se colocará la malla de protección en esas áreas, tal y como se realizó en la zona superior.

Cuando finalicen estos trabajos en el talud y el traslado tanto de las rocas desprendidas como de aquellas trasladadas hasta la zona para elevar la base sobre la que trabajarían las máquinas se pasará a una nueva fase. Será entonces cuando los técnicos de la Consejería de Infraestructuras evaluarán el grado de afectación que ha sufrido la calzada de la carretera con el desprendimiento. En principio se prevé que sea preciso reponer el firme, los sistemas de contención y señalización, y reparar la escollera ubicada bajo la carretera por el margen derecho, al lado del cauce del río Nalón. Aunque todo dependerá de lo que los operarios se encuentren al retiren las rocas. Esas piedras serán utilizadas, una vez transformadas en gravilla, para reparar los caminos y carreteras de Caso y Sobrescobio.

Cuando los vehículos puedan circular de nuevo por la carretera AS-117, la Consejería desmontará el paso provisional que utilizan actualmente los vehículos para salvar el argayo. Para su construcción necesitó el permiso de Confederación Hidrográfica.