La posible desaparición de la Hermandad de La Probe, elegida como "Pueblo ejemplar" de Asturias de la Fundación Príncipe en el año 2002 junto a la comunidad vecinal de La Foz de Morcín, ha caído como un jarro de agua fría en el Ayuntamiento. El alcalde, Mino García, se mostraba ayer "triste" ante la situación por la que pasa la entidad, y conminaba a sus socios a que se llegase a un acuerdo para lograr una nueva directiva. Incluso el propio García ha conversado con miembros de la Sociedad para pulsar las posibilidades que hay de que el colectivo encuentre nuevos gestores tras la dimisión en bloque, el jueves pasado, de toda la directiva. De disolverse La Probe, certámenes como el del quesu de afuega'l pitu, el concurso de Casadielles o la feria de los quesos asturianos de La Foz corren un grave riesgo de desaparición, ya que el Ayuntamiento no puede garantizar su organización.

"Sería un problema que no fuesen capaces de encontrar una continuidad, porque luego, sería muy difícil que renacieran de cero", señaló García. Además, apuntó que "contar con la experiencia de los que hasta ahora llevaron la asociación para poder tutelar el relevo sería una grandísima noticia". El alcalde desveló que ha mantenido conversaciones con miembros de La Probe, para tratar de hacerles ver que "igual que otra gente se está involucrando en el concejo, como los alcaldes de barrio o la junta ganadera, pues nos gustaría que ellos hicieran un esfuerzo".

Cuestionado por la peculiaridad de que entre 850 socios no haya nadie que quiera tomar las riendas, García lo tiene claro: "Esto es un poco lo que nos ocurre en todos los ámbitos. Nos gusta opinar de todo y del trabajo de los demás, pero luego cuando hay que dar un paso al frente somos pocos los que por desgracia asumimos ese tipo de responsabilidad". "Es verdad que hay sinsabores, que son trabajos no retribuidos y que no solo es el tiempo, sino que también pones recursos propios. Sinceramente espero que La Probe pueda recuperarse", dijo.

Otra papeleta que se le plantea al Ayuntamiento de Morcín con la desaparición de la Hermandad es decidir que va a suceder con los certámenes que organizaba el colectivo, y que están ciertamente arraigados en la sociedad. Y el regidor confirmó ayer que el Ayuntamiento no puede garantizar su supervivencia. "Desde el Ayuntamiento intentamos contribuir con apoyo económico y con todo lo que podemos, pero sería muy difícil por no decir imposible poder organizar nosotros, desde el propio Consistorio, las actividades que vienen llevando a cabo las asociaciones", señaló García. "Nosotros intentaríamos por todos los medios que esos eventos no quedaran en el aire, pero la realidad es que con los recursos que tenemos y el personal que tenemos sería muy complicado poder continuar".