La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Montepío mejoró sus resultados contables en 2,2 millones el último lustro

La residencia de Felechosa, principal lastre de la mutualidad, pasó de perder 1.200.000 euros en 2012 a ganar 10.000 el pasado ejercicio

La piscina del complejo de Roquetas de Mar.

A pesar del declive de la minería del carbón y de la pérdida de empleo en el sector, el Montepío de la Minería Asturiana está reinventándose e intentando recuperar la senda de los beneficios en los últimos años. Aunque las políticas de apertura de la mutualidad todavía no han dado grandes frutos en lo que ha incorporación de nuevos mutualistas se refiere -se han perdido un millar de socios en los dos últimos dos años-, en el ámbito económico la situación es distinta. Y es que desde el año 2012, en el que el Montepío perdía (siempre antes de impuestos), 1,7 millones de euros, la mutualidad ha crecido hasta cerrar el pasado 2017 con más de 482.000 euros de beneficios. En total, 2,2 millones más que hace un lustro.

Son varias las claves de esta recuperación, pero hay una que destaca sobre el resto, y es la recuperación económica de la residencia de mayores La Minería, que el Montepío tiene en Felechosa. Esa instalación cerraba el año 2012, fecha en la que entraba en servicio, con unas pérdidas de 1,2 millones de euros. La falta de residentes y de actividad, unidas a una gestión ciertamente ineficiente hacían de este centro el gran lastre de la entidad. Los resultados se consiguieron mejorar en el cierre del ejercicio 2013, el último de José Antonio Postigo como presidente, cuando la residencia perdía 877.374 euros. Desde entonces, con la llegada de Juan José González Pulgar a la presidencia del Montepío, el centro de mayores de Felechosa ha ido mejorando sus cifras hasta lograr situarse en un balance positivo. A cierre del año 2014, las pérdidas ya se había reducido hasta los 654.000 euros, y el 2015, la cifra era negativa en 195.000 euros. Los planes de ahorro, cambios en materia de personal, y diversos cambios en el seno del funcionamiento de la residencia empezaron a dar frutos, y en el año 2016, Felechosa conseguía entrar por primera vez en beneficios, con algo más de 9.000 euros de superávit. En las cuentas presentadas el viernes por la dirección de la entidad, el geriátrico mantuvo un ligero crecimiento, ganando más de 10.000 euros.

Importante ha sido también la senda de crecimiento del balneario de Ledesma, el buque insignia de la mutualidad minera en cuanto al negocio termal. Las instalaciones salmantinas acumulaban hace un lustro unas pérdidas de 277.000 euros. Sin embargo, a partir de ahí el crecimiento ha sido constante hasta el año 2017 -donde sí que se ha sufrido un leve retroceso respecto al ejercicio económico anterior-. En el año 2013, el balneario lograba situarse en beneficios por encima de los 267.000 euros. Al año siguiente, se superaban los 236.000, mientras que el 2015 se llegó a un superávit que rozó los 340.000 euros. En 2016, el beneficio fue de 337.000 euros. El pasado ejercicio, en el que se abordaron mejoras en el centro y en el que se pagaron atrasos a la plantilla, los beneficios fueron de casi 280.000 euros. Además, el presidente del Montepío destacaba un incremento en la competitividad en el sector de los balnearios referencia para el Imserso, con la entrada en el circuito de instalaciones más modernas que han restado algo de volumen de negocio. Una parte del mercado que el Montepío pretende recuperar con una evolución del servicio y con clientes derivados de los convenios que tienen con distintas sociedades y con privados.

Los destinos de costa del Montepío también dan hoy beneficios. Llama la atención el incremento del negocio en Roquetas de Mar, un residencia en el que tradicionalmente se producían pérdidas, que desde 2015 se vienen mejorando los resultados de forma notable. El punto de partida hace un lustro, en 2012, eran unas pérdidas de 80.000 euros, que al año siguiente se redujeron hasta los 30.000, aunque todavía en número rojos. En el año 2014, la instalación de Almería logró beneficios cercanos a los 15.000 euros, que el año siguiente se redujeron hasta los 10.000, aún en positivo. En el ejercicio de 2016, fruto de varias acciones, entre ellas la búsqueda de clientela en los países escandinavos, el crecimiento llevó a Roquetas a ganar casi 30.000 euros, cifra que creció el pasado 2017 hasta los 35.600 euros.

Mar Menor

Más variables han sido los resultados en Los Alcázares, donde paulatinamente se han perdido beneficios durante los últimos tres años. Eso sí, todavía son más del doble de los que se obtenía en el año 2012, aunque la evolución de beneficios ha sido cambiante. Además, en este último año, los problemas de contaminación del mar Menor, costa que baña los apartamentos del Montepío, han tenido efectos negativos para el negocio de la mutualidad. Hace un lustro, los apartamentos de Los Alcázares lograban un saldo positivo de 31.592 euros, mientras que al año siguiente, el balance se reducía a poco más de 20.000. En 2014, la situación se volvió más complicada, ya que se hizo frente a varios despidos, como el de la anterior directora y pareja del expresidente del Montepío, Dorina Bicher. Las pérdidas fueron de 34.500 euros. En 2015 se volvió a la senda del beneficio, en este caso de 78.000 euros. Un año más tarde, la cifra fue similar, 77.000. El último ejercicio contable, el de 2017, y pese a la crisis del mar Menor, el Montepío logró beneficios superiores a los 65.000 euros.

En cuanto a la empresa matriz Montepío, constituida como Fundación desde el pasado abril, la evolución también ha sido cambiante. En 2012, 2013 y 2014 hubo pérdidas de 207.000, 175.000 y 550.000 euros respectivamente. Sin embargo, en 2015 la tendencia cambió, y se logró un beneficio de 257.000 euros, por los 208.000 de 2016. El último ejercicio, el beneficio antes de impuestos fue de 115.5325 euros.

Con estos datos en la mano, las cuentas globales del grupo Montepío, han crecido en cinco años en más de dos millones de euros. La mutualidad espera seguir sumando volumen de negocio y mejorando sus cuentas, que también irán creciendo cuanta más deuda se vaya amortizando. Clave será la resolución final del contencioso que se mantiene con el Instituto para la Reestructuración de las Comarcas Mineras, que adeuda 3,3 millones de euros a la mutualidad por la última certificación de obra del geriátrico, algo que supondría un gran balón de oxígeno para la entidad.

Compartir el artículo

stats