Son jóvenes -casi todos de edad y el que no de espíritu-, sienten afecto unos por otros y les apasiona la música. "Lo único que queríamos era seguir tocando, que es lo que más nos gusta, y hacerlo todos juntos, con nuestro director al frente. Pero no nos han dejado". Los integrantes de la Banda de Mieres que han abandonado la agrupación tras el despido del maestro Antonio Cánovas se mantienen unidos pese a sentirse casi desgarrados. "Es una pena. Son muchos años de trabajo y esfuerzo que no han sido valorados", aseguran sin ocultar su hastío con la directiva de la asociación que sustenta la orquesta local.

En total son 36 los músicos que han dejado de golpe la Banda de Mieres. "Algunos compañeros han decidido seguir porque dejarlo les podría acarrear diferentes problemas, pero al final de año sólo quedarán tres o cuatro, los que cobran", afirman los músicos. Ayer se reunieron una veintena de ellos en Requejo para analizar lo sucedido. Sienten que son víctimas de una injusticia y les importa que la sociedad mierense conozca lo que piensan.

"Lo primero que queremos explicar es que esto no una pataleta, viene de largo", señala Rubén Sánchez. "La directiva nunca nos apoyó. Al vicepresidente lo conocimos hace unos meses y jamás nos han felicitado por una actuación", subraya María Suárez. "Hasta hace unos meses no nos importaba, porque tampoco nos molestaban demasiado, tan sólo alguna mala palabra". Los problemas serios surgieron a principios de año, cuando 25 músicos se hicieron socios de la Banda y empezaron a reclamar información. En medio de este enrarecido ambiente fue despedido uno de los músicos, Chema Castillo, uno de los pocos que es natural del concejo: "Fue algo personal, simplemente. A continuación echaron a director y eso rompió el grupo", apuntan.

A estas alturas y la espera de ver si entre todos son capaces de crear una nueva banda, Estos jóvenes músicos quieren, sobre todo, revelarse contra una "acusación" que, a su juicio, esconde un mensaje insidioso: "Es cierto que la mayoría no somos de Mieres, pero hemos llevado siempre el nombre del concejo con orgullo, viniendo durante años , sin cobrar, y encantados de tocar donde fuera", subrayan con un sola voz. Por ejemplo, Nacho Fernández es de Oviedo y lleva 16 años en la agrupación. Es profesor y no asume lo que ha sucedido: "Logramos convertirnos en una gran banda, pero eso parecía molestar a la directiva". Los músicos mantiene la armonía aún sin poder tocar juntos: "Ha sido increíble poder estar con estos chavales, un privilegio y sólo les puedo dar las gracias por aceptarme", concluye José Antonio Alba, el veterano del grupo, con 71 años.