Benjamín Noval González (Mieres, 1979) pocas veces apareció en la parte alta de las clasificaciones, pero su trabajo silencioso hizo campeones a sus líderes. Hace cinco años colgaba la bicicleta, pero siempre estará unido a las dos ruedas. Pese a residir en Laviana, nunca ha roto sus lazos con Mieres. Y eso le ha valido ser pregonero de San Xuan.
- ¿Cómo recibió la noticia de que iba a ser pregonero?
-Me llamó Aníbal (Vázquez) para proponérmelo, y la verdad es que siendo de Mieres fue muy ilusionante. Estoy muy agradecido de que hayan pensado en un deportista, y en este caso en mí, que aunque no fui una figura top, sí que estuve muchos años en la élite.
- ¿Qué significa San Xuan para usted?
-Las fiestas de San Xuan son el pistoletazo de salida al verano, sobretodo cuando eras guaje. Acababas el cole, y llegaba el verano. Es verdad que por desgracia, que llegada mi juventud, las fiestas siempre me coincidían con carreras importantes que me obligaban a estar fuera y a vivirlas en la distancia.
- ¿Qué recuerdos tiene de aquellas fiestas?
-Hay algo que jamás se me va a olvidar. Recuerdo que mi primera carrera, con 10 años, fue en San Xuan, y la organizaba la escuela ciclismo San Juan, que fue donde empecé. Hacían un circuito por el parque Jovellanos. Fue la primera carrera que corrí, y la primera que gané. La copa todavía la tengo, está en casa de mi abuela. Y luego también tengo recuerdos de disfrutar de los amigos en los caballitos, en el tiro, comer unos churros...
- Acaba de cerrar Casa Jamín, el bar de sus padres en Mieres. ¿Era el vínculo que le quedaba con la ciudad?
-Sigo manteniendo vínculos. En Mieres vive mi abuela, mis primos, tíos, y mis padres, además de buenos amigos. Es verdad que antes con el bar iba algo más a Mieres, pero también es verdad que ahora mis padres estando jubilados también tendrán más tiempo para disfrutar de los nietos y estaré más por allí.
- Hablemos de deporte. Hay polémica con la implantación del grado en Barredo. ¿Cómo lo ve?
-Pienso que es muy necesario para Mieres y para las Cuencas. Tenemos un campus que supuso una inversión muy fuerte y se nos dijo que iba a servir para implementar el futuro de la ciudad. Este Grado de Deporte daría un gran impulso al campus, que está un poco descafeinado. Sin menospreciar a Gijón, creo que es mucho más importante para las Cuencas porque serviría para generar economía local.
- Está el Tour a la vuelta de la esquina, ¿lo echa de menos?
-El Tour en concreto, no (risas). Es una carrera muy dura. Pero sí que es verdad que aunque hace cinco años que colgué la bici, hay cosas que añoras. Especialmente el contacto día a día con los compañeros. La competición de alto nivel no la echo tanto de menos, porque ser deportista de élite conlleva muchos sacrificios: estar fuera de casa, alimentación, entrenamientos...
- Se pueden leer en la red muchos elogios hacia usted. ¿Qué siente uno cuando ve eso?
-Cuando, como fue mi caso, que no tienes un palmarés excelso en victorias y te dedicas a trabajar para los demás, ver y sentirte valorado por grandes líderes como Lance Armstrong o Alberto Contador, siempre es muy bonito. Los gregarios somos trabajadores, hacemos una labor que no se ve, pero que eso te lo reconozcan grandes líderes y que se acuerden de uno supone un orgullo.
- Dice que no tiene un palmarés muy excelso en victorias. Pero en lo colectivo sí que ha logrado grandes triunfos.
-Al final, como gregario es verdad que sientes que tienes parte de culpa del triunfo del líder. Sí que he ganado dos etapas del Tour en contrarreloj por equipos, y una clasificación por equipos en 2007. Y como integrante de un equipo cuyo líder ganó la carrera, sí que es verdad que tengo cuatro Tours de Francia y dos Vueltas a a España. Al final, es verdad que no todo el mundo puede decir eso.
- Y ahora trabajando con la cantera.
-Llevamos ya tres años desde que surgió el proyecto junto con MMR y con Samuel Sánchez. Ahora estamos intentando consolidar bien el proyecto, asentarlo bien... Estoy muy contento de trabajar con los chavales. Tenemos casi 40 críos de entre 8 y 18 años, e intentamos hacer una buena labor con ellos y dar un impulso a la base que es donde realmente hace falta.
- Con el conocimiento que tiene de la base, ¿ve un relevo a los Contador, Purito, Valverde o Samuel Sánchez?
-Creo que va a costar. Una generación como la de Alberto es difícil de igualar. Pero también es verdad que cuando se fue Miguel Induráin, pensábamos que íbamos a pasar una travesía en el desierto y pronto aparecieron Alejandro Valverde, Carlos Sastre u Óscar Pereiro... En Asturias hay una buena cantera en juveniles y amateur, y hay dos, tres, cuatro chavales, que con suerte podrán llegar a profesionales.
- Volvamos para terminar a la fiesta. ¿Cómo va a pasar este San Xuan?
-Va a ser especial. Ahora me tocan los caballitos con los críos. Lo viviremos de una manera más relajada, tomando una botella de sidra o un vino. Además, con mis padres ya jubilados, y con más tiempo para disfrutar de la fiesta, mucho más familiar.
