El deporte español cosechó uno de sus mayores éxitos en 2006, cuando la selección de baloncesto se proclamó campeona del mundo en Japón. Al frente de aquel histórico equipo estaba José Vicente "Pepu" Hernández, un entrenador diferente, al que siempre le ha importando tanto el cómo como el qué. De hecho, son muchos los que recuerdan antes su manera de reivindicar el deporte de la canasta que el impresionante logró en sí que alcanzó. De vuelta en Madrid, gritó "¡Ba-lon-ces-to!". Ayer, en Mieres, defendió su manera de afrontar la competición: "Las medallas por sí mismas y los títulos no me sirven. Al final los valores que transmiten Nadal o Gasol son tan importante como sus logros".

Pepu Hernández apadrinó ayer en el campus de Mieres la entrega de premios del concurso de pósteres organizado por la facultad Padre Ossó en el marco del proyecto "Asturias, paraíso del deporte". El certamen pretendía homenajear a los ganadores en las diferentes ediciones de los premios Princesa de Asturias de los Deportes. Participaron alumnos de colegios de toda Asturias. Los ganadores fueron los representantes del centro Príncipe Felipe de Navelgas. También fueron distinguidos los colegios Santa María del Naranco (Oviedo), Colegio Dulce Nombre de Jesús-Dominicas (Oviedo), La Salle (Gijón) y Carlos Bousoño (Boal).

El exseleccionador nacional planteó reflexiones de plena actualidad, como el nombramiento de ministros de Cultura sin ninguna vinculación con el deporte: "Cultura y deporte deberían ir siempre unidos". A su manera, y sin citarlo directamente, también abordó el polémico despido de Julen Lopetegui como seleccionador español de fútbol tras negociar y anunciar su fichaje por el Real Madrid en vísperas del inicio del Mundial. Apeló a los valores y a la ejemplaridad: "Yo de pequeño soñaba con ser un gran jugador. Quería llegar al primer equipo del Estudiantes, mi equipo, y que me llamará al Madrid para ficharme... y así tendría la oportunidad de decirle que no", apuntó con sorna.

Pepu Hernández defendió ayer una visión colectiva del deporte: "Incluso en las especialidades individuales existe un equipo de trabajo". A su juicio, los éxitos cosechados en deportes de equipo han cambiado la mentalidad del país: "Antes los españoles valorábamos triunfos individuales que casi aparecía por generación espontánea, como Santana, Bahamontes o Ballesteros. Ahora, los éxitos colectivos nos han dado a entender lo importante que resulta trabajar en equipo y eso ha provocado un cambio social". El entrenador madrileño también habló de liderazgo: "Hay de muchos tipos: está el de la utilidad, el del estratega, el que cambia dinámicas desde un segundo plano, el ejemplar y el resolutivo. No creo en el liderazgo de un sólo jugador".