Abejarucos soñadores, indagadores recalcitrantes, árboles de todos los colores y mutantes fabulosos se asoman estos días, desde los altos muros de la galería gijonesa El Arte de lo Imposible, componiendo un rutilante universo de papel que remite a las imaginaciones de su creador, Paco Abril, siempre sorprendentes o delicadas. El inventor de «La Oreja Verde», las páginas sabatinas que LA NUEVA ESPAÑA dedica a los niños, ha esperado a cumplir 65 años para mostrarnos al artista plástico que viene cultivando de puertas para adentro, alejado del ruido y de los focos, desde hace muchos años, quizá desde los tiempos de su Bachillerato, con Alejandro Mieres de profesor.

De esa afición tenaz y silenciosa ha surgido «Con alma de papel», una exposición que reúne unos doscientos collages (más exactamente «papiers collés») con los que Paco Abril nos descubre esta otra faceta suya y, además, El Arte de lo Imposible inaugura sala en la calle de Jacobo Olañeta, 13. La muestra, que ha tenido una concurrida apertura, estará en la galería hasta el próximo día 28.

Paco Abril, que no desdeña las «austerianas» músicas del azar, es un artista de minuciosa técnica exquisita (sólo hay que ver el minimalismo casi zen de su serie arbórea) que combina en sus obras precisión y juego, sorpresa y búsqueda, imaginación «cortazariana» y delicadeza lírica. «De entre / sus manos / surgió / a flor de piel / su frágil / alma de papel», dice en el primero de los textos de una «moleskine» cuyas miniadas páginas se proyectan en la pared de la galería. El collage es ya una centenaria técnica artística prestigiada desde sus mismos orígenes por el talento de Picasso y Braque, asumida por los dadaístas y heredada, entre otros, por los cultivadores del «mail-art». A Paco Abril, que también hace escultura con papel, le gusta el collage puro, si podemos hablar así; sólo papeles de variadas texturas, algunos reciclados, y sin el auxilio de la pintura. Le gusta subrayar que, con ese material y «la lenta paciencia de las manos», quiere llegar al mismo punto que un pintor con sus pigmentos. Y lo consigue.