La sala Borrón de Oviedo acaba de convertirse en un contenedor artístico con cabida para un singular conjunto de obra plástica en la que la pintura pone la nota de color que no le falta tampoco a la cerámica y la escultura. Con el título «La línea del horizonte», la exposición, que permanecerá abierta hasta el 16 de junio, se inscribe dentro de las actividades programadas por Taller Abierto 2012 de la Escuela Municipal de Artes Plásticas y Escénicas.

El variado muestrario artístico que ofrece Borrón es el resultado del trabajo de un grupo de alumnos con edades muy diferentes, un repertorio de proyectos que abarcan un abanico de interpretaciones en torno al tema elegido para trabajar, que no era otro más que «La línea del horizonte».

Con esa perspectiva, que ofrece un sinfín de posibilidades, idearon sus creaciones los participantes. Los resultados están a la vista, encontramos desde obras realizadas en consonancia con el concepto de línea, hasta temas de mayor disparidad en los que la fantasía y el mundo imaginario protagonizan composiciones que van más allá de ese lugar tan lejano al que nunca ha llegado nadie.

Aunque «la línea del horizonte» es la propuesta, la creación, como el campo, no quiere puertas y por eso los resultados son como un libro abierto en el que cabe todo tipo de sensaciones y apuestas. Algunos participantes optan por lanzarse en busca de ese espacio imaginario que recomienda la propuesta; por contra, otros prefieren mirar al cielo y ver nubes o simplemente dibujar la tierra sobre la que pisan.

Ésta es la quinta exposición de Taller 3 que se exhibe en la sala Borrón en los últimos años, aunque la iniciativa de poner en marcha esta experiencia artística parte de 1981, cuando un grupo de licenciadas en Historia presentaron al Ayuntamiento de Oviedo un proyecto que culminó en Taller 3. Lo que en principio fue un experimento se constató como un hecho socialmente útil con una respuesta masiva y una media anual de 1.300 alumnos.