Al inabarcable Félix Romeo (1968-2011) lo alcanzó la pelona demasiado pronto y se lo llevó cuando todavía le quedaba mucha literatura que ofrecernos y descubrirnos, pero no pudo impedir que finalizara Noche de los enamorados, su A sangre fría particular. Conectada con su biografía y con toda su obra literaria, Noche de los enamorados es lacónica, clara y extrañamente hermosa, pese a la sordidez que entraña el hecho fundamental que desenvuelve: el asesinato de María Isabel Montesinos Torroba perpetrado el 11 de diciembre de 1994 por su marido Santiago Dulong.

María Isabel había nacido en 1948 en Larache y la vida le había dado muchas vueltas hasta conducirla a Zaragoza, donde trabajando de puta conoció a Santiago, con el que se casó en 1990. Él, en el juicio que siguió al asesinato, declaró que durante el tiempo que estuvieron casados no podía recordar más de quince o veinte días buenos. Santiago Dulong había nacido en 1928 y era bisnieto de Santiago Dulong Serrano, breve alcalde de Zaragoza en 1873, durante la I República, al que Romeo desentierra de las hemerotecas, llegando a localizar en «Heraldo de Aragón» la fotografía de un homenaje que se le rinde en 1934 en la que el bisnieto, entonces un niño de cinco o seis años, aparece junto al retrato de su antepasado. Sin embargo, el Santiago Dulong que Félix Romeo conoció en una celda de la cárcel de Torrero y que, el martes 14 de febrero de 1995, día de San Valentín, le contó que estaba allí por haber estrangulado a su mujer con sus propias manos, se sentía falangista y era miembro de una cofradía escolapia de Semana Santa. También, para cuando se casa con María Isabel, estaba viudo de su primera mujer, sobre la que el autor extiende la sospecha de que pudo morir a causa de algún golpe propinado por Santiago.

«Sólo escribo sobre las palabras», confiesa Romeo, y en la precisión de esas palabras centra gran parte de sus esfuerzos, desnudando el lenguaje con la intención de hacernos comprender toda la carga moral que conlleva. La aparente neutralidad de abogados, forenses y periodistas es capaz de convertir al verdugo en víctima y olvidar a la propia víctima. Romeo, tras rebuscar en los registros civiles, leer la sentencia y recordar sus conversaciones con Santiago Dulong en la celda, nos enseña una valiosa lección, a saber: que la vida de cualquier ser humano es sagrada. Puede que María Isabel no fuera ninguna joya: era alcohólica, armaba escándalos y muy probablemente era infiel a su marido, pero por encima de todo resplandece una realidad injusta y dolorosa: que si Santiago Dulong no la hubiera tirado al suelo, cortado a la fuerza el pelo y estrangulado el 11 de diciembre de 1994, María Isabel no se hubiera muerto aquel día. Romeo detectó la injusticia que supuso la exigua pena que cumplió Santiago Dulong y Noche de los enamorados fue su manera de denunciarla. Fuera de la prisión únicamente vio una vez a Dulong antes de que este falleciera en 2000: en la calle, un anciano le hizo un amago de saludo al pasar y antes de que pudiera devolvérselo desapareció entre las sombras de la noche.