Llamar aburrida a la programación de una cadena de televisión, posiblemente pueda ser la peor de las críticas. Para los responsables de Napflix, en cambio, puede ser todo un halago. Napflix es una parodia de Netflix y tiene el propósito de recopilar toda una serie de vídeos que ayuden al espectador a echarse una buena siesta. El objetivo es única y exclusivamente dormir a sus espectadores.

Una forma de ver televisión que conocen perfectamente aquellos que dormitaban en el sofá mientras disfrutaban de aquellos documentales de La Dos que se emitían después de comer. Entre sus contenidos estrella hay una lectura de ocho horas de El Quijote, partidas grabadas del Super Mario World, disertaciones sobre las diferencias entre las películas de Star Trek, nociones de física cuántica y de preparación del jardín japonés.

Éstos son algunos de los contenidos entre los que el espectador que quiera conciliar el sueño puede elegir. Hay hasta vídeos de horas y horas de duración con sonido ambiente de leña consumiéndose en una chimenea, gotas cayendo sobre la ventana en una tarde de lluvia... y cualquier vídeo de similares características que pueda encontrar el internauta en Youtube. Otra joya del sesteo es la grabación del programa especial de TVE con la boda de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar y prometen mucho esos partidos de fútbol de equipos del montón que se cerraron con un empate a cero en el marcador. Pero para aquelpara que el fútbol no sea el mejor deporte para sestear, así que también se pueden elegir esos torneos de ajedrez o campeonatos de piragua o cricket y el noble arte de la pesca del salmón.

A Netflix y al nuevo servicio en streaming de HBO les ha salido un competidor, sobre todo entre aquellos espectadores que tengan dudas sobre si van a poder aguantar despiertos todo el capítulo en el sofá. Tanto esforzarse por crear contenidos de calidad, para que venga ahora uno a sacar el lado más marmota de tu personalidad.

A la hora de seleccionar los vídeos ofertados en la web, no se trata tanto de menospreciar el contenido, sino tratar de elegir aquellos que sean de una estética muy monótona de modo que el espectador dormilón no tenga conciencia de cuánto se ha perdido mientras se entregaba a Morfeo. Si por lo que sea el vídeo elegido resulta interesante e impide al espectador conciliar el sueño, entonces deberá buscarse otro. En la web, el internauta tiene un variado menú en el que elegir entre deportes, documentales, videojuegos, anuncios y hasta una categoría de videos relajantes.

En este país estamos acostumbrados a ver vídeos raros. Desde mucho antes de la llegada de Internet. Nunca he sido muy de dormir mientras veo la televisión, aunque confieso que en mis años universitarios caía frito cuando después de comer empezaba el culebrón venezolano Cristal, en esa infausta época en que la cadena pública me quitó el hábito de ver series después de comer.

Fueron aquellos años en que los seguidores de audiencias descubrieron asombrados que las madrugadas de los viernes las audiencias de Canal Plus se disparaban cuando se emitían películas pornográficas codificadas, entre espectadores que buscaban un momento de excitación sexual distinguiendo alguna que otra parte íntima de la anatomía entre las rayas de la imagen. Las grabaciones de aquellas emisiones codificadas darían para un vídeo muy interesante de Napflix.¿Hace falta decir que en aquellos años no había Internet? Después llegó el porno en la red y aún así algunos miraban con detenimiento la grabación de unas sábanas moviéndose en una habitación oscura sospechando que debajo, los usuarios del colchón estaban entregados a la pasión. Me refiero claro a esos momentos de Gran Hermano, en que el espectador buscaba instantes de intimidad entre los concursantes.

La red contiene una gran variedad de vídeos con méritos más que suficientes para formar parte de la parrilla de la plataforma del sopor. Por lo que me gustaría añadir alguna que otra sugerencia para videos que colgar en la página. Hay internautas capaces de hacer verdaderas rarezas y un ejercicio de frikismo ante el que no me cabe otras respuesta que la de quitarme el sombrero por su extravagancia. Una fórmula muy extendida es la de coger una banda sonora de cualquier película o serie de televisión y reproducir su tema central en un bucle durante horas. ¿Cuánto tiempo eres capaz de aguantar la banda sonora de Daredevil o de Jessica Jones repetida una y otra vez? Hay ejemplos con otras sintonías de series de lo más variado.

Para los amantes de la ciencia ficción, existen vídeos destinados a reproducir el sonido ambiente de las naves más míticas del género. Grabaciones de hasta doce horas que te permiten trasladarte a la Enterprise, a la Estrella de la Muerte, a la Nostromo y hasta a los cruceros de Galactica y Babylon 5. Dar con las sutiles diferencias entre un sonido y otro sería algo muy interesante de explicar, pero me temo que daría para un vídeo de Napflix.

Los responsables de la plataforma todavía no incluyen ninguna serie entre su programación y, la verdad, creo que sus creadores pondrían menos pegas a que sus episodios se colgaran gratis en Youtube a que se hiciera en esta otra nueva plataforma. Es una buena forma de explorar cómo son las series y episodios peor valorados de IMDB. Hasta algunas de las mejor consideradas hacen méritos para dormir a su audiencia.

Abundan mucho esas series que se reservan para la temporada algunos giros espectaculares, programados milimétricamente para dejar al espectador boquiabierto, con el inconveniente de que para disfrutar de ese momento hay que meterse entre pecho y espalda unos cuantos episodios aburridos, que se consumen por pura inercia. ¿Podríamos castigarles pidiendo que todos sus episodios aburridos pasen a Napflix y nos quedamos sólo con aquellos en los que realmente ocurre algo importante?