Oviedo, Antonio LORCA

El Juvencia es un club histórico y se resiste a dejarse llevar. El equipo de Trubia estrena directiva esta temporada y, a pesar de las dificultades, sigue adelante y mira al futuro con esperanza. Unos 80 chavales, repartidos en 5 equipos, son el principal recurso del que dispone el club.

Unos jugadores que se entrenan en los campos de La Pixarra, a pesar de que el club dispone de su propio campo: Quintana, que es propiedad de los socios. El problema es que el campo no está en las mejores condiciones y se decidió pedir al Ayuntamiento de Oviedo el uso de las instalaciones municipales. El proyecto del club es hacer en Quintana un campo de hierba artificial y al mismo tiempo reformar los vestuarios y hacer un local para el club. Algo que, en los tiempos que corren, no va a ser nada fácil.

«La negociaciones para hacer el campo de hierba artificial en Quintana estaban bastante avanzadas -explica el Tesorero y entrenador del club Ángel López, Iti- pero después de haber hablado con todo el mundo ahora se ha quedado todo parado con las elecciones». Y es que la reforma que persiguen desde el club es de gran calado y, según explica Iti, necesita de la implicación tanto de la Federación Asturiana de Fútbol, como del Ayuntamiento de Oviedo y del gobierno del Principado. «Estamos hablando de en torno a 600.000 euros», aclara Iti.

Y es que las incomodidades de utilizar un campo que no es el propio son muchas para el equipo de Trubia. «Los horarios que tenemos (en La Pixarra) no son los más idóneos. Muchos partidos nos los ponen el domingo a las 10 de la mañana y eso es un poco complicado. El esfuerzo es mucho porque jugamos siempre fuera de casa. Con el equipo de Regional, al no jugar en Trubia, sacamos 30 euros de entrada y tenemos que pagar 80 al árbitro», explica Ito, que no tiene dudas de que para crecer necesitan el arreglo de Quintana.

Una nueva directiva, nuevos proyectos y más futuro que presente. Ese es el capital con el que cuenta un Juvencia en periodo de reconstrucción: «Este es un año de transición. Cogimos el club el 20 de julio y ya se había corrido el rumor de que el Juvencia desaparecía y por eso marchó mucha gente a jugar a otros clubes. Pero, al final, salimos», insiste Iti.

Mientras tanto los 80 chavales que juegan en los equipos de club soportan las incomodidades de la distancia y los horarios acudiendo cada jornada a sus partidos. El juvenil, uno de los equipos con más dificultades, es por contra el que está en una categoría más alta de todos: Segunda regional. La pelea del equipo esta temporada es la permanencia, algo para lo que tendrán que luchar muy duro si quieren lograrlo. El resto -cadetes, alevines, infantiles y benjamines- juegan en Tercera. En el futuro, el club espera tener más jugadores y que estos se impliquen más cuando puedan jugar en casa, en Trubia, en el campo de todos los socios de un club fundado en 1923.