Oviedo, M. D. B.

Cada vez son más los asturianos que unen el deporte a los estudios universitarios en el extranjero. En el caso de Almudena Sanz, con éxito en las dos facetas. Para esta ovetense de 20 años, la experiencia en la Universidad de Idaho está siendo positiva, ya que además de continuar sus estudios de Educación Física ha dado un salto de calidad como tenista. El último ejemplo, el premio de «Jugadora de la semana» que concede la Western Athletic Conference (WAC).

Desde pequeña, el tenis ha estado en el día a día de Almudena Sanz Fernández, hija de Alberto Sanz Llaneza, árbitro nacional con muchos años en este deporte. Almudena estudió en el Colegio Auseva de Oviedo y los dos primeros cursos de Inef en la Universidad de León. En mayo del 2011 logró la medalla de bronce en los Campeonatos de España universitarios y poco después aceptó la oferta de la Universidad de Idaho para continuar allí los estudios de Ciencias del Deporte. Le ayudó a decidirse la compañía de su hermano Alberto, que también cuenta con una beca para cursar Dirección y Administración de Empresas.

Desde Moscow, la ciudad del Estado de Idaho donde vive, Almudena Sanz explica su satisfacción: «Los compañeros se desviven por ayudarnos para que nos sintamos bien. En cuanto se enteraron del premio de la WAC vinieron a felicitarme». El entrenador del equipo de Almudena, Dan Pollock, también puso por las nubes a la ovetense en la página web de las Idaho Vandals: «Almu es una gran luchadora, siempre da el cien por ciento en la pista».

Almudena devuelve el piropo: «Tenemos la suerte de contar con un entrenador muy laureado y que sabe sacar lo mejor de nosotras. Me encuentro muy fuerte y sé que daré mucho que hablar». La asturiana está muy satisfecha con lo que se ha encontrado en su aventura americana: «Aquí valoran el esfuerzo y te lo recompensan».

Como prueba de la importancia del deporte, Almudena explica que la beca «incluye absolutamente todo, excepto el viaje a España. Además, te ofrecen la posibilidad de trabajo durante las vacaciones». Y pone un ejemplo sobre la diferencia de costumbres: «Cuando se jugó el Madrid-Barcelona, mi hermano organizó una porra de un dólar en una red social y a los cinco minutos le estaban llamando sus compañeros y el entrenador para que lo quitase inmediatamente porque están prohibidas las apuestas y le podían quitar la beca. ¡Menudo susto se llevó!».