El enigma es una constante cada temporada, pero un año más la cantera del Santa Olaya tiene como protagonista al equipo femenino. Las chicas muestran su superioridad respecto al conjunto masculino en citas como el Campeonato de España de jóvenes, una competición que reúne a los mejores nadadores nacionales de edades comprendidas entre los 13 y los 17 años. De las ocho féminas del club gijonés que acudieron a la última edición, por los tres que lo hicieron del conjunto masculino, sólo una de ellas saboreó las mieles del podio. Celia Moro fue la única olayista en conseguir medalla en Pontevedra, sede de la prueba, al obtener el bronce en los 100 metros braza.

Que Celia Moro se suba al podio en una cita nacional no es ninguna novedad. Y es que el año pasado ya lo consiguió en la misma competición, al colgarse el bronce en los 50 metros braza. Sin embargo, esta gijonesa de 14 años está pasando por uno de los momentos más dulces desde que llegara al club con nueve años con el propósito de corregir unos problemas de espalda. Uno de los toques de atención lo dio hace escasas semanas, durante el Euromeet de Luxemburgo. Una prueba que reunió lo más granado de la natación internacional, y en la que se llevó el triunfo en los 50 metros braza y un segundo puesto en los 100 metros braza. La gijonesa sigue la estela de Margarita Álvarez, otro de los descubrimientos de la temporada pasada, y reivindica el inagotable vivero femenino que caracteriza la historia el club fabril.

Celia Moro y Margarita Álvarez Barrio demostraron en Pontevedra que ser consideradas como algo más que promesas no es una casualidad. Moro consiguió el tercer puesto en los 100 metros braza con una marca de 1.15,90 y también obtuvo su mejor marca personal en los 200 braza. Margarita Álvarez, que en esta ocasión se quedó fuera del podio, se coló en la final de los 100 metros espalda. A ellas se sumó la buena actuación de Alicia Arboleya en 400 metros libre, 100 y 200 metros espalda y de Paula Alonso en 200 metros espalda. Xavi Torrallardonda, director técnico del Santa Olaya, es poco amigo de convertir en héroes a aquellos que todavía están formándose, pero es consciente de que las chicas mandan, una vez más, en la cantera.