Era 1991 y un equipo de chavales que representaban a la Peña Marigil en un torneo organizado por el Oviedo quedó campeón. Esa victoria fue el comienzo de un club de fútbol que sigue aún hoy día dando guerra por los campos de fútbol asturianos.

Todos los equipos del Peña Marigil compiten en Tercera, si bien el primer equipo cadete está en disposición de subir a Segunda, puesto que ocupa la tercera plaza de su grupo. En total son ocho los equipos que forman el club: dos cadetes, un infantil, un alevín, un benjamín, un prebenjamín y un mini, que juega en el torneo del Principado y que está formado por alumnos del ovetense colegio Dolores Medio. Sumados son alrededor de 110 chavales los que compiten con los colores de esta peña del Oviedo.

El Peña Marigil juega y entrena en el campo de Matalablima. Un campo municipal que comparte con el Peña Berto y el Guillen LaFuerza. «Nos organizamos bien. De hecho el Ayuntamiento nos deja libertad para pactar entre nosotros los horarios de los partidos y los entrenamientos. Como se suele decir hacer más el que quiere que el que puede», explica el presidente de la Peña, Joaquín Riera.

Miembro de la peña desde que se fundó, Riera explica que el equipo comenzó «con los hijos de los socios. Fuimos siguiendo y la cosa se fue agrandando. Ahora juegan aquí chavales cuyos padres no son miembros de la peña. A lo mejor cuando comienza el hijo se unen, pero no es algo que se pida para jugar en los equipos».

Conscientes de ser un equipo humilde, no tienen ningún problema, más bien al contrario, cuando equipos más grandes se llevan a alguno de sus jugadores que ha destacado. Eso sí, si es posible que ese equipo sea el Oviedo, pues mejor. «Cuando hay alguno especialmente bueno se lo suele llevar el Oviedo. Ahora si el Oviedo no quiere a un jugador y viene otro equipo a por él...», matiza el presidente del club carbayón.

La financiación del club es la habitual: las ayudas de Ayuntamiento de Oviedo y Principado, las cuotas de los padres y alguna rifa para redondear las cuentas. Pero la crisis también afecta, sobre todo a la hora de pagar las cuotas. «Con la crisis se ha notado que hay algunos padres a los que les cuesta más pagar las cuotas; pero no dejamos a ningún chaval sin jugar por eso. Lo único que sí les pedimos es que estudien, que no dejen de lado eso», asegura un Riera que reconoce que «algunas familias humildes, trabajadores que se han quedado en paro e hipotecados» no pueden hacerse cargo de estos pagos. Algo a lo que el presidente resta importancia.

Uno de los mayores orgullos para un club como este es ver como jugadores que empezaron en el Peña Marigil consiguen labrarse con el tiempo carreras como futbolistas. Es el caso de Carlos Álvarez, que ahora juega en la Gimnástica de Torrelavega de Segunda B, y que comenzó en el equipo ovetense. Lo mismo sucede con Madeira, que paso varios años en este equipo antes de ir al Oviedo y jugar en los juveniles del Peña Berto. También el caudalista Nacho Méndez jugó un año en el benjamín del Peña Marigil.