Oviedo, Nacho AZPARREN

Ajena al récord que posee, a Clara sólo le apetece dar patadas al balón. «¿Me vas a hacer fotos a mí? Si hay más niñas en el equipo?», le comenta a la fotógrafa minutos antes de que empiece el entrenamiento del Oviedo alevín b. El engaño de Clara responde a su deseo de que nadie interrumpa su momento sobre el césped de El Requexón. Clara Muñiz González, que cumplió 11 años el pasado 9 de enero, es la primera niña en vestir la camiseta del Oviedo.

Desde la banda derecha del sintético de El Requexón, Clara comanda esta temporada el ataque del Oviedo alevín b, el equipo en el que pone un toque especial, el propio del fútbol femenino. «Al fútbol aún le cuesta abrirse a las mujeres. Todavía hay algunas incomodidades como a la hora de cambiarse», explica Ana González, la madre de Clara; «muchas veces nos tenemos que meter en un pequeño cuarto del árbitro o similar para que se cambie antes del partido, pero solo son pequeñas incomodidades».

De lo que no hay ninguna queja es del trato de los compañeros. «Está perfectamente integrada, es una más en el equipo», asegura su madre. El Oviedo es el primer club en el que Clara no tiene compañía femenina. Antes, en el colegio Santa Teresa, le acompañaba su amiga María Méndez, actualmente en el Estadio.

A Clara le pudo el color azul en su elección. «Es muy oviedista», comenta su madre. «¡Cerrada!», confirma ella. «Siempre que puedo voy al Tartiere. Prefiero sentarme abajo para ver de cerca a los jugadores», añade. En su nómina de ídolos hay un ejemplo por cada línea del campo: «Me gusta cómo juega Manu Busto, Rubiato y Negredo». «Cuando nos llamaron de la escuela de fútbol del Oviedo nos pareció una opción interesante. El Oviedo no es un club cualquiera», indica su madre. La centrocampista del alevín ya es una de las favoritas en la cantera azul. Últimamente le ha tocado posar varias veces por las cámaras. Este verano, Clara será la imagen que anuncie los carteles del Campus de verano de El Requexón.

El camino de Clara en el Oviedo está supeditado ahora al reglamento federativo. Gracias a la lucha de otra niña, Ana Valles Camisella, su estancia en El Requexón puede alargarse otro par de años. Ana Valles jugaba de portera en La Braña hasta que cumplió como infantil, edad máxima para que los equipos puedan disputar competiciones con equipos mixtos. La insistencia de su padre provocó que la Federación Asturiana de Fútbol cambiara su reglamento. Desde entonces, los equipos mixtos pueden participar también en categoría cadete.

Su futuro en el fútbol femenino es un camino aún lejano para alguien que disfruta tanto de su paso por el Oviedo. De momento, desde la banda derecha del sintético de El Requexón, Clara se conforma con imitar las evoluciones de otro de sus ídolos: Cristiano Ronaldo. «El Madrid me gusta un poco pero sobre todo soy del Oviedo. En verano alguna vez entrenamos a la vez que los futbolistas del primer equipo y pude verles en El Requexón», indica.

Clara ya acumula cuatro goles en la Liga; «es que estuve un mes de reposo», matiza ella. Ahora que está tan de moda las celebraciones ostentosas, ¿Clara lo festeja de alguna forma especial? «No, como siempre. Chocando las manos con los compañeros», comenta con total naturalidad, inconsciente aún del récord que posee: el de ser la primera niña en la escuela de El Requexón.