La vida de Enrique Blanco siempre ha estado dividida entre sus dos pasiones: la gimnasia y los medios de comunicación. Con apenas doce años empezó a practicar esta modalidad deportiva y con 19 ya tenía el título de entrenador nacional. Además, durante un cuarto de siglo ha estado vinculado al mundo de la comunicación en medios como Radio Cadena Española en Langreo, Antena 3 Radio de Langreo y Cuencas Mineras Televisión. Nacido en Escobio (San Martín del Rey Aurelio) actualmente es vicepresidente de la Federación Asturiana de Gimnasia. Un cargo que compagina con la dirección deportiva y la coordinacción de la Escuela Municipal de Gimnasia de Langreo desde su creación en el año 1990. Ahora, recibe el Premio Patronato de Deportes de Langreo, y por primera vez, esta tarde, estará sentado en el otro lado, el de los premiados, en una gala del deporte que ha colaborado en sus nueve ediciones para que continuase creciendo temporada tras temporada.

- ¿Qué supone para usted el Premio Patronato de Deportes de Langreo como reconocimiento a su trayectoria en la gimnasia?

Mucho por una razón: me lo dan en casa. Cuando recibes un reconocimiento en tu entorno hace que te conviertas en profeta en tu tierra y que el reconocimiento sea con el corazón.

- Por primera vez verá la gala del deporte desde el otro lado....

Es una sensación especial porque me dan un premio la gente que tengo a mi alrededor y con los que colaboré cada año en la organización. Es un premio humano y sincero que tampoco lo esperaba porque todo lo hago es por convicción, no por recibir ningún tipo de agradecimiento.

- ¿Qué significado adquiere para usted la gimnasia?

La vida. Comencé con apenas doce años por casualidad en tiempos muy complicados en los que la única entidad que se dedicaba a este deporte era el Grupo Covadonga y sigo hasta el día de hoy. El problema era que se necesitaban tres horas diarias de viaje para ir a entrenar a Gijón entre el viaje de ida y vuelta.

- Y llega el momento en el qué decide dar un cambio y asumir responsabilidades siendo muy joven

Con apenas 15 años empecé a dirigir entrenamientos. Con 19 ya era entrenador nacional y con 21 fui presidente de la federación española. Aunque sinceramente no me veía en ese cargo.

- ¿Cómo fue su mandato?

Fue una época muy ilusionante. El anterior presidente llevaba muchos años en el cargo y a mi me animaron por mi carisma a entrar en este mundo. Manolo Llanos me asesoró mucho cuando en el año 1981 accedí al cargo. Me valieron muchos los viajes continuos a Madrid para coger experiencia. Cuando vine de vuelta a casa me comía el mundo.

- Tras esta aventura decide volver e involucrarse con lo más cercano y pone en marcha un proyecto muy importante en Langreo.

El concejal de deportes de aquel momento me pidió ayuda para un proyecto de escuela. Así se creó la escuela municipal de gimnasia para cubrir una necesidad.

- ¿Cómo fue el comienzo y crecimiento de esta iniciativa?

La idea era que los niños no tuvieron que moverse más de 500 metros para tener una aventura deportiva cerca de casa. Empezamos en todos los polideportivos municipales y funcionó bien. Sin embargo, un día me dijeron que íbamos a tener suerte y a contar con una instalación específica de gimnasia. En aquel momento creí que era una promesa política, pero me equivoqué. Esta promesa llegó a funcionar y se montó un gimnasio específico muy completo. Además, aproveché que en aquel momento tenía poder y debido a mis influencias en la federación española conseguimos todo el material nuevo que tenían en Madrid. Mandamos un trailer a la capital y desplazamos todo lo que se iba a guardar en un almacén en nuestro centro deportivo.

- ¿Qué benificios trajeron los nuevos materiales e instalaciones?

Pensábamos que iba a existir un bajón de alumnos, por los niños que venían de lugares como Riaño, que igual decidían dejar la actividad. Pero no fue así. Pasamos de 70 alumnos a unos 200 en apenas cuatro meses. La calidad de enseñanza mejoró para los críos que comienzan con dos años y acaban de practicar la gimnasia con los 16.

- ¿Qué se trabaja con ellos? ¿Cuáles son las directrices para enseñarles la gimnasia?

Los primeros años son de iniciación y de diversión. La psicomotrocidad es uno de los primeros conceptos que trabajan. A partir de los seis años se valora en que actividad de la gimnasia pueden entrar, aunque algunos también lo acaban dejando.

- ¿Qué modalidades suelen elegir los deportistas?

A día de hoy el peso lo tiene la gimnasia rítmica. Sin embargo, en su momento fue muy buena la gimnasia en trampolín. Llegamos a ser campeones de España durante tres años seguidos.

- ¿Se pueden volver a esos mismos niveles?

Hemos bajado un poco a nivel internacional, pero tenemos una serie de gimnastas que estoy seguro que harán un gran papel en los nacionales. Ahora tenemos más cantidad, pero tenemos que ir trabajando con ellos la calidad. Tendrá que ir mejorando este apartado poco a poco.

- ¿Su mejor recuerdo de estos años?

La suerte de preparar a dos grandes gimnastas como Fátima Rodríguez y Adrián Cabo.

- ¿Y el peor?

El único lunar quizás fue no ser capaces de mantener aquí el Centro de Alto Rendimiento más tiempo. Creo que no luchamos los suficiente. Aún así, fueron ocho años muy buenos con un equipo nacional y en el que las inversiones en infraestructuras se quedaron aquí en Langreo.

- Finalmente, ¿qué objetivos tiene para el futuro?

Popularizar más el centro deportivo. Hay que rentabilizarlo más introduciendo novedades y haciendo el deporte más accesible, al margen de las competiciones de gimnasia. Es imprescindible la competición, pero en otros países de Europa también se hace la gimnasia no competitiva que serviría para mantener este deporte a modo de coreografías y exhibiciones para que llegue a todo el mundo.