Gijón, J. J.

Ellos son los responsables de que los equipos del Grupo Covadonga compitan en perfectas condiciones, son los preparadores físicos. En estos momentos el club gijonés cuenta con seis: José Arévalo, Juan Fernández Meré, María Pardo, Saúl Pérez, Alejandro San Román y Rubén Biempica, y entre ellos se reparten el trabajo con las distintas secciones.

El más veterano de todos es Arévalo, que lleva alrededor de 30 años en la casa y que en la actualidad se encarga de la preparación de las secciones de kárate y parte de las de voleibol y tenis. Juan Fernández lleva el balonmano desde hace tres temporadas; María Pardo, el tenis desde hace cinco años, Saúl Pérez compagina su puesto de segundo entrenador del primer equipo de voleibol con la preparación física de las categorías inferiores; Alejandro tiene a su cargo desde hace más de una década a todos los equipos de hockey, y Biempica cumple 12 años con los de baloncesto. En total varias decenas de chicos y chicas repartidos en una veintena de equipos.

Hay otras secciones, especialmente en los deportes individuales, en las que son los propios entrenadores los que se encargan también de esta faceta. Con las particularidades de cada deporte, todos ellos destinan alrededor del 30 por ciento del tiempo semanal de entrenamiento al apartado físico. El Grupo nunca tuvo tantos preparadores físicos como en estos momentos, «antes no se trabajaba tanto este aspecto», indica Arévalo. La relación con los distintos entrenadores es generalmente estrecha, pero se trabaja constantemente para mejorarla.

Aunque lógicamente la preparación física varía de un deporte a otro y se intensifica a medida que aumenta la edad de los deportistas, hay un trabajo en común prácticamente igual para todos. Los técnicos reconocen que «cuesta hacer ver a los críos, especialmente a los más pequeños, la importancia de una buena preparación física», algo que ven hasta cierto punto lógico porque «lo que quieren es jugar». A medida que van creciendo todos comprenden la necesidad de tener una buena preparación física, incluso no es raro ver cómo muchos de ellos trabajan por su cuenta para mejorar en este aspecto.

El Grupo Covadonga dispone en sus presupuestos de una partida anual destinada a la actualización y perfeccionamiento de sus técnicos y entrenadores, y entre ellos están, por supuesto, los preparadores físicos, que de esta manera están permanentemente reciclándose.