Ribadesella,Lucas BLANCO

En todas las revoluciones los cambios suelen ser rápidos y considerables, premisas éstas que se han cumplido en cuestión de dos años en el mundo de la cuatreada, modalidad bolística que en este periodo ha pasado de estar prácticamente monopolizada por los varones, salvo excepción de la «Clara Campoamor» de los bolos: la sierense Verónica Iglesias, a formar una liga femenina propia de seis equipos.

Mientras Iglesias se codea con las máximas figuras masculinas, los florecientes equipos de mujeres de Las Riosellanas, Les Ponguetes, Muyeres de Nueva, La Joécara de Sama de Langreo, El Berrón y Les Cangueses harán historia el próximo día 11 de marzo, cuando tendrá lugar la disputa de la primera jornada de un torneo de la regularidad que se disputará de forma paralela a las competiciones ligueras de los alrededor de 60 conjuntos masculinos existentes en la región.

Sin duda, un paso de gigante para una andadura que se inició hace tres años. Por aquel entonces, un grupo de mujeres de Nueva de Llanes que asistía a un curso de manualidades decidieron animarse a jugar a los bolos tras escuchar a través de una emisora de radio local al entusiasta vecino de la localidad riosellana de Nocéu, José Manuel Rosete, clamar por la entrada de las féminas en el deporte autóctono por excelencia. Así surgió la peña Muyeres de Nueva que comenzó a disputar choques amistosos frente a varones. Poco después una nueva peña, denominada Las Riosellanas fue más allá y se convirtió en el primer equipo federado, iniciando una incansable actividad que dio un importante impulso organizativo y competitivo en los bolos femeninos. Como si de un efecto dominó se tratase, el concejo de Ponga a través de la asociación cultural «San Pedro», sería el siguiente en constituir un conjunto femenino denominado Les Ponguetes, que entre sus filas cuenta con la veterana Carmen Vigón, miembro de una saga de jugadores de bolos que vio en este equipo una oportunidad de oro para volver al deporte de sus amores junto a una quincena de compañeras de su concejo natal.

Ya este año llegaron otras tres nuevas peñas. En Cangas de Onís, Conchita Inguanzo lideraba la formación de un equipo de diez jugadores denominado Les Cangueses la primavera pasada. Simultáneamente, se constituía la sección femenina de la ya existente Peña La Joécara de Sama de Langreo por iniciativa de María José Corzo y, por último, la recién constituida peña sierense de El Berrón, formada por ocho jugadoras, completó el cartel de seis equipos que lucharán por el primer título regional femenino por equipos de la historia.

Hasta ahora ya se habían disputado dos ediciones de los campeonatos de Asturias individual y por parejas, pero las jugadores coinciden en señalar la importancia de este paso colectivo. «Formar una liga propia es muy importante para todas nosotras», señala la actual campeona de Asturias de la Peña Las Riosellanas, Isabel Casado.

Aun así, estas mujeres no se conforman y esperan que su iniciativa de crear una liga, con el amparo de la Federación Asturiana de Bolos, sirva para fomentar la creación de nuevas peñas. «Cuantas más seamos mucho mejor, queremos crecer lo máximo posible y una liga es un buen acicate para ello», apunta la capitana de Muyeres de Nueva, Eloína Sadia.

Para lograr el objetivo de seguir creciendo, algunas jugadoras hacen sugerencias a los estamentos federativos y administrativos. «No estaría de más que comenzasen a incentivar a la gente con más premios o viajes a los centros asturianos de América como hacen con los hombres», sugiere la campeona de Les Ponguetes, Carmen Vigón.

Exponentes de estas expectativas son las jugadoras más jóvenes. En el caso de Las Riosellanas, la roscadora de 26 años Paula Fernández Martínez es el exponente de juventud, pero echa en falta más gente de su generación en los equipos. «Las chicas no se animan porque es un deporte que cuesta aprender, pero una vez aprendido engancha», explica la joven.

No ocurre lo mismo en El Berrón que, con cinco jugadoras entre los 11 y los 13 años y otras tres más veteranas, conforman la plantilla de menor edad de la recién creada competición. «Somos los más jóvenes y novatas, pero saldremos a por todas», declara la lanzadora de 13 años de El Berrón Sara Rodríguez.

Diferencias de edad aparte, las más de medio centenar de jugadoras que integran los seis equipos coinciden en su interés por «disfrutar de los bolos y hacer amigos».

Pase lo que pase en el castro, los enfrentamientos La Joécara-Les Cangueses, El Berrón-Les Ponguetes y Las Riosellanas-Muyeres de Nueva de la primera jornada de competición supondrá un hito para la cuatreada y para unas mujeres que ya tienen entre ceja y ceja el sueño de competirles los títulos de tu a tú a los hombres.