Oviedo, Mario D. BRAÑA

A principios de año, Sergio Álvarez Moya se quedó a un paso de participar en sus primeros Juegos Olímpicos, el gran objetivo de la carrera de este jinete asturiano que cerrará 2012 con un buen sabor de boca deportivo pese a no acudir a Londres. Álvarez Moya reaccionó como los campeones y está cuadrando un final de año redondo, ya que encabeza el ranking nacional, el de la Liga Europea y ocupa el puesto número 25 de la Copa del Mundo. Joven (27 años) en un deporte que favorece las carreras muy largas, el avilesino será uno de los mayores atractivos del «Madrid Horse Week»» que se celebra este fin de semana en las instalaciones del recinto ferial Ifema.

Pese a estar en el objetivo de la prensa del corazón por su matrimonio con Marta Ortega, hija del dueño de Inditex, Sergio Álvarez Moya sigue siendo una persona asequible cuando se trata de hablar de hípica. No obstante, ahora prefiere no conceder entrevistas ante la avalancha de peticiones, en teoría por sus triunfos en las últimas semanas, pero que él adivina en muchos casos com o excusa para indagar en su vida privada. «Hablaremos más adelante, cuando esto se tranquilice un poco», se excusó Álvarez Moya ante la llamada de LA NUEVA ESPAÑA.

A Álvarez Moya le faltaron un puñado de puntos para lograr la clasificación para los Juegos Olímpicos de Londres, su gran objetivo para 2012. Pero no se dejó llevar por el desánimo y se preparó para dar el gran salto de su carrera. Lo ha conseguido con sus caballos habituales, «Action Breaker» y «Zipper», y con la última joya llegada a su cuadra, «Carlo 273», regalo de su suegro, Amancio Ortega. Su balance en las pruebas de la Copa del Mundo es envidiable: victoria en Verona con «Zipper», segundos puestos en Helsinki y Ginebra con «Carlo», un tercer puesto en Oslo con «Carlo» y decimoprimero en Lyon con «Action Breaker».

Otro síntoma de su buen momento fue el triunfo del pasado fin de semana en el Gran Premio Telefónica, en el recinto de Casas Novas, el complejo hípico construido por Amancio Ortega para su hija en Arteixo (La Coruña) hace doce años. Es el segundo triunfo de un jinete español, tras Jesús Garmendia en 2010, en una prueba que atrae a los mejores del mundo, como demuestra el segundo puesto del olímpico francés Michael Robert o el tercero del suizo Steve Guedart, que es actualmente el segundo en el ranking de la Federación Ecuestre Internacional (FEI).

Sus buenos resultados en la Copa del Mundo le han asegurado su presencia en la final de esta competición, que se celebrará en abril en Goteborg, sin necesidad de participar en las dos últimas pruebas del año, Olimpia y Mechelen.

La salto de calidad de Sergio Álvarez Moya no es ninguna sorpresa para los que han seguido la trayectoria del jinete avilesino. Ya con 16 años se presentó en sociedad al ganar el Campeonato de Europa en categoría junior, que se celebró en la pista de Las Mestas, en Gijón. «No estaba nervioso», confesó tras aquella alegría, a la vez que daba los nombres de las personas claves en sus inicios en el deporte: su entrenador, Víctor Agüero, y su familia.

Una vez finalizados sus estudios de COU decidió apostar a tope por la hípica, para lo que se trasladó a vivir a Holanda junto a su hermano mayor. «Allí hay más oportunidades para vivir de esto que en España», decía Álvarez Moya en 2005, año en que logró el quinto puesto en el Campeonato de Europa de jóvenes jinetes. En 2007 se quedó a dos puntos de clasificarse para los Juegos Olímpicos de Pekín con el equipo español, una espina que espera quitarse algún día porque «la carrera de un jinete puede ser larga e intentaré aguantar mientras me llene como ahora».