Hace unos meses hablábamos en este mismo diario del boom del pádel en España , hablábamos de la gran cantidad de adeptos, de cualquier edad y sexo, y de muy dispar procedencia, por un lado gente que venían de otros deportes , sobre todo del tenis, y por otro gente que nunca había practicado ningún tipo de deporte.

El pádel tiene la milagrosa virtud de aunar a las masas, pero no delante de la tele, como puede hacerlo un partido de fútbol , sino en las propias pistas, y no para jugar una pachanga con el amigo de turno, sino para competir en ligas e incluso en torneos. Pues esta misma fiebre o adoración por el pádel que se expande por todo el territorio nacional, también llega a Asturias, y no solo se construyen pistas en los clubs de toda la vida, como los clubs de tenis de Gijón, Oviedo y Avilés, o como el Grupo Covadonga y Chas, o los Centros Asturianos de Gijón y Oviedo. No solo es la instalación de moda a construir en ayuntamientos, urbanizaciones, hoteles y demás, sino que muchos son los que quieren participar de este gran negocio que se vislumbra y empiezan a surgir todo tipo de negocios alrededor del pádel, tanto a nivel de construcción de pistas en naves industriales para su explotación como en internet: venta online, organización de partidas online, etc.

El crecimiento del pádel en los últimos dos años a todos los niveles ha sido tan desorbitado, que empiezan a surgir los primeros problemas, aquellos clubs y organizadores de torneos y de eventos se chocan de bruces con otros nuevos organizadores, y empieza la masificación, muchos torneos en un mismo fin de semana, pisándose los unos a los otros, todos intentando ofrecer mas por el mismo precio, jugadores que se apuntan en categorías que no les corresponden, para poder ganar los suculentos premios que ofrecen los patrocinadores, exigencias horarias desmedidas, w.o, sin avisar y sin justificar. Y lo que antes era algo divertido, pasa a ser algo crispante.

Es aquí donde el único que estaba fuera de juego, y que no veía la forma de cómo intervenir en esta aventura. Me refiero a la Federación, aprovecha la ocasión para por un lado ejercer de lo que en verdad es y para lo que verdaderamente nació: de órgano unificador y regulador, (hay que recordar que son lo clubs y los jugadores los que forman las federaciones) y, por otro lado participar también de los beneficios económicos, en pro del propio pádel.

Es a últimos del 2012 cuando la Federación Asturiana, clubs y empresas se reúnen para intentar llegar a un acuerdo, e intentar encauzar algo que en un punto determinado de esta historia no se hizo y se ha ido un poco de las manos:

- Un calendario común, unificado y ordenado.

- Una clasificación que permita que cada uno juegue en el nivel que le corresponde con unas categorías mas justas y mejor definidas.

-Potenciación del pádel de menores, desde su iniciación hasta la competición.

- Apoyo humano y por supuesto económico para los jugadores promesas y los mejores jugadores de nuestra autonomía.

- Involucrar a más clubs y mayor número de jugadores, en el campeonato de Asturias por equipos.

- Clinics gratuitos en los diferentes clubs unos seguros médicos que cubran los problemas surgidos con la práctica de la actividad.

Por todo esto, Federación, clubs y empresas privadas, tienen en este 2013 la ardua tarea de concienciar a los aficionados a este deporte que deben federarse, algo que en otros deportes es básico, en el pádel puede resultar un poco mas difícil de digerir y sobre todo cuando hay algunos que van por libre, y no se han adherido a este acuerdo.

Para ello, todos los involucrados en esta proeza que está siendo seguida muy cerca por otras muchas federaciones, intentan arrimar el hombro y ofrecer torneos con inscripciones low cost, o con precios mas baratos para los que están federados, muchos obsequios y regalos para los participantes y los ganadores, asegurar dos o más partidos por cada inscripción, etc.

Es decir ofrecer mucho más, por bastante menos a la espera de que los aficionados asturianos respondan positivamente a esta hazaña, estamos en una situación complicada para todos ya que hemos pasado de torneos de mas de 100 parejas, a torneos con apenas 50. Los mas idealistas desean y quieren intentarlo, los más incrédulos intentan hacer su propio agosto.

Esperemos que reine la cordura la buena fe, y el sentido común y que con una buena dosis de paciencia por parte de todos, sobre todo jugadores y organizadores, consigamos llegar a un equilibrio.

Y todo por la buena salud del pádel y para el bien de todos.