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El Ferguson de Carbayín

Marcos Suárez, que lleva seis temporadas con el Rayo, puede meter este año al equipo en Tercera División tras asumir el mando en Segunda Regional

La plantilla y el cuerpo técnico del Rayo Carbayín, en un entrenamiento. fernando rodríguez

Cuando Marcos Suárez asumió el mando del Rayo Carbayín lo hizo en parte por compromiso. Javier Noval, entonces ayudante de Pepito, el presidente, le pidió que cogiera las riendas del equipo en Segunda Regional. "Hay que hacer un proyecto para subir", le pidió. Marcos se lo pensó y aceptó. Y lo hizo con confianza en su trabajo. "A un jugador le dije en su día que venía a poner al equipo en Tercera en tono de broma", cuenta el entrenador, "ahora, cuando me ve siempre me dice: '¡vas a cumplir tu palabra!".

Mal se tienen que dar las cosas para que el Rayo no esté el año que viene en Tercera División por primera vez en su historia; aunque antes logró luchar en la misma categoría bajo el nombre de Rayo Santiaguín. Le saca 13 puntos al segundo, y 14 al cuarto clasificado, el que marca el límite por el ascenso. "De momento no tenemos nada que celebrar", corta de raíz la euforia el entrenador. "Pero sí es cierto que sería una catástrofe que no subiéramos", concede.

Una enorme parte del mérito del Rayo Carbayín recae sobre los hombros de Marcos Suárez, natural de L'Entregu. Con su sexta temporada en el club sierense, el técnico es el más longevo de una forma continua en los banquillos del fútbol regional, empatado con Alfonso Arias, entrenador del Madalena de Morcín. Es una especie de Ferguson a la asturiana, una excepción en un deporte acostumbrado al cambio constante, especialmente en los banquillos. Podría hacerle frente Xiel, con frecuentes idas y venidas en su Praviano, pero no alcanza los seis años de forma ininterrumpida.

La evolución del Rayo de la mano de Marcos ha sido meteórica. El entrenador se hizo cargo del equipo en el verano de 2009 con el objetivo del ascenso a Primera Regional. Le avalaba una amplia trayectoria en los banquillos -28 entrenando sin descanso- de equipos como Lada Langreo, San Esteban, Valdesoto B, Trasona o Titánico B.

Y eso que la primera temporada no fue como esperaba. El Atlético Siero fue campeón del grupo y al Rayo le tocó jugarse el ascenso en el "play-off". El Vallobín le apeó en una dura eliminatoria. "Lo nuestro fue siempre las segundas temporadas", advierte Marcos cuando relata la historia reciente del equipo. Salir del pozo, de Segunda Regional, se logró en la temporada 2010/11. El Rayo fue campeón y no perdió ningún partido en casa.

Ya en Primera Regional, en la 2011/12, al Rayo solo le sobró el final. En la última jornada, con opciones de entrar en "play-off", necesitaba un resultado satisfactorio en el Ribadedeva-Mosconia. Resultado que no llegó y dejó al equipo cuarto. "Creo, sinceramente, que de habernos metido en la liguilla hubiéramos subido, porque nuestro grupo era el más fuerte", dice. Al año siguiente se cumplió su teoría sobre los segundos años: el Rayo fue campeón. El equipo estaba en Preferente en cuatro campañas.

Y en una categoría superior el conjunto sierense siguió creciendo. En la 13/14 aguantó hasta la recta final luchando por el "play-off", pero una derrota ante el Astur les dejó a contrapìé en la recta final. Terminaron sextos.

En la trayectoria de Marcos Suárez en Carbayín también hay malos momentos. Resultados adversos y objetivos que no se cumplen. Pero ninguna sensación es comparable a la que sufrió el equipo el año pasado cuando el futbolista del Rayo Saúl Lara falleció a los 32 años por un cáncer de colon que le detectaron dos meses antes. "Fue un mazazo, muy difícil de digerir", confiesa Marcos que conocía a Saúl de L'Entregu desde hace años. Una de las medidas del técnico fue poner una foto de Saúl en el vestuario. "A algunos les impactó. Me decían que era un poco fuerte. Pero es uno más en la caseta. Los éxitos van dedicados a él", relata.

Para la presente temporada hubo un importante cambio de cromos. Solo siguen siete hombres respecto a la pasada campaña. "El equipo del año pasado puede que jugara más vistoso, con gente de calidad", analiza Marcos, "pero el de este año compite mejor". La fórmula pasa por futbolistas con amplia experiencia en Preferente y Tercera. Una fórmula exitosa en vista de los resultados. "Esperábamos estar en el paquete de arriba, pero no tan bien", confiesa. "La clave es el ambiente. Yeyo, un futbolista que tiene una experiencia enorme en el fútbol, me decía el otro día que a lo largo de su carrera se ha encontrado vestuarios muy buenos, pero ninguno como el del Rayo", comenta con orgullo.

El premio espera a final de temporada. Junto al del posible ascenso a Tercera llegaría el de ser un equipo que ha sido campeón de Segunda Regional, Primera y Preferente, en solo seis años.

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