Oviedo / Ribadesella,

C. A. S. / J. M. CARBAJAL

El «campanu» del río Esva terminó finalmente en Ribadesella. El avilesino Gonzalo Rodríguez Quintana, autor de la captura, vendió el pez en 3.000 euros a otro avezado pescador, José Manuel Mori, «El Marqués», que regenta el restaurante riosellano El Campanu.

El arreglo entre ambas partes se produjo ayer, después de que Quintana no hubiese llegado a un acuerdo la noche del domingo con otros conocidos restaurantes como Casa Parrondo y el Casino de Cornellana.

Es curioso constatar que con esta primera pieza del río Esva se ha mantenido a la baja la cotización de los «campanos». En concreto, su valoración ha resultado ser casi un 80 por ciento menor que la del «campanu» del río Narcea -el primero de todos-, por el que el restaurante avilesino La Chalana pagó 14.500 euros al praviano Isaías Rebordinos.

Cabe recordar que, con ocasión del segundo de los «campanos», el del río Eo, ya se había mostrado la tendencia a la baja. La pieza fue adquirida en 7.250 euros por el restaurante riosellano Casa Tista.

Quintana, autor de la primera captura en el Esva, es un experimentado pescador al que, sin embargo, se le habían negado hasta ahora los «campanos». En sus manifestaciones tras el éxito, resaltó que «el pez luchó muchísimo, me tuvo casi media hora peleando por sacarlo a tierra», y también quiso destacar la ayuda de Alfonso y Juan, sus compañeros del pasado domingo en el coto Piedra Blanca.

Por cierto, que Quintana desmintió que su pez fuese el mismo que al mediodía había prendido Alfonso, y que finalmente se había soltado. Se basó para ello en que «no tenía marcas de distinto anzuelo en la boca, que sin duda le hubieran quedado de haberse tratado del mismo ejemplar».

Ayer, cero. Menos suerte hubo en la jornada de ayer, en la que todos los ríos se quedaron a cero. Se habían depositado algunas esperanzas en el Eo, el más pescable de todos, pero resultaron ser infructuosas. Los propios pescadores lo entendieron así, ya que acudieron a sus orillas en buen número. En concreto, acudieron los titulares de los cotos La Pena, La Volta, Louredal, Piago Mayor, lote 5 de Puente Nuevo y lote 7 de Abres. Todo fue en vano, aunque el río mejora a ojos vista y se espera que no tarde mucho en propiciar nuevas capturas.

En los demás cauces la concurrencia no fue tan numerosa, en buena parte debido a que están muy crecidos y se aprecia que sus condiciones no son las indicadas para pescar. El Sella, cuando el «campanu» se sigue resistiendo, comenzaba a bajar de nivel ayer por la tarde, algo que animaba a ribereños y visitantes. Lo propio sucedía en el Cares y en el Esva, que en algunos tramos ya se encuentran pescables. Algo más parece que habrá que esperar en los casos de Narcea y Nalón, que ayer seguían presentando una notable crecida y no estaban para pescar.