El director de ingeniería de Renault, Pat Symonds, esgrimió la telemetría al final de la carrera para despejar dudas. No se apreciaba frenada alguna en la curva de aceleración de Alonso. Estaba claro que la causa del alcance atañe tan sólo al McLaren.

El alerón de Fernando Alonso salió ligeramente dañado del lance. El asturiano ignoró el incidente con Hamilton y se enredó de nuevo en su lucha por los puntos. Llegó a ponerse noveno, cuando Button sufrió problemas que terminaron en abandono. Rodaba entre Webber y Glock, después de que el australiano aprovechase la refriega con Hamilton para superarle. El de Toyota rodaba más rápido pero no podía con Alonso. Con un coche inferior, nadie adelantó al ovetense en un mano a mano. No puntuó, no inquietó a nadie, ni siquiera dio espectáculo, pero dejó su impronta de piloto al saber llevar el Renault a la meta. En medio del grupo, donde muchos se pierden, donde se tocan con unos y otros, Alonso volvió a sobrevivir. Sufrió la dureza de quedarse sin puntos, algo que no le pasaba terminando la carrera desde Hungría 2005. Se dio el gustazo de no dejarse pasar por nadie, ni siquiera por Barrichello, cuando le acosó en las últimas vueltas. Para adelantarle, Glock necesitó su estrategia de carrera. El alemán entró al primer repostaje cuatro vueltas más tarde que el de Renault. Fue ahí cuando le ganó la posición porque en ese tiempo pudo aprovechar su mejor ritmo para volver a la pista por delante. Triste destino el de Fernando Alonso, a la espera de las mejoras que pueden llegar en Barcelona.

Renault espera su consuelo para entonces, con los seis puntos que les ha dado Fernando Alonso hasta ahora. En Bahrein, Nelsinho Piquet sufrió su segundo abandono en tres carreras, esta vez por un problema en la caja de cambios. No es buen bagaje para el brasileño en el año de su debut, aunque la peor marca se la lleva Vettel. Tres de tres en abandonos para el de Toro Rosso.

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