Madrid,

Miguel L. SERRANO

Tan madridista se muestra esta Liga que hasta la contundencia de la estadística también se ha arrimado del lado del más guapo, del líder, del Real Madrid. Los números son firmes y convincentes. Representan el argumento seguro, el respaldo necesario para quien ose a la contradicción. Son tan reales como que el descafeinado trofeo liguero es blanco como el algodón, que tampoco engaña.

Al equipo de Schuster lo tiñen de mediocridad en esta segunda vuelta. No les falta razón, a simple vista. Un líder débil, que concede y concede, que practica un fútbol vulgar, que aburre a las ovejas de tostón en tostón. A simple vista, sí. Porque la imagen de la tabla, la resultadista si se permite, dibuja un equipo sólido, estable, campeón.

Al dominante y, si quieren, chabacano galope hacia el título del Madrid, le avalan datos menores, pero igual de solventes. De los que hacen falta para otear los entresijos de la competición. Sobresale uno por demoledor, un dato que adivina quién manda y, de paso, da la razón al técnico alemán -y por extensión a su presidente Calderón- en su afán por el ideario de fútbol ofensivo: el Madrid suma 66 goles a favor en Liga, cifra que iguala el registro total de Capello la temporada precedente. Para entendernos: a falta de seis jornadas para la conclusión de este plomizo ejercicio el Madrid ha metido tantos goles en Liga como el año pasado. Entonces alcanzó la gloria in extremis. Ahora, sin la soga al cuello, camina por un ansiado pasillo de lo más despejado.

Hay más, porque de casillas va la cosa. En aquella que anota los tantos encajados, el líder también es líder. Casillas, valga la redundancia, es el portero menos goleado del campeonato (30 goles), un tanto menos que Toño (Racing de Santander) y Valdés (Barcelona). Precisamente, los dos primeros tendrán este fin de semana en El Sardinero una cita para luchar por el «Zamora».

Resuelta la duda en la competición doméstica cuya imponente andadura se remonta al lejano otoño, allá por la segunda jornada -fecha en que el Madrid se pegó al liderato para no soltarse-, las matemáticas no son tan benévolas con el equipo blanco para el resto de torneos atendiendo a la comparativa anotadora. En la segunda -o primera, según se mire- competición en discordia, la Liga de Campeones, los pupilos del rubio teutón sumaron 15 goles por 18 del sargento italiano, hoy entrenador de Inglaterra. Ambos preparadores no pasaron de octavos de final. También Capello gana a Schuster en la Copa del Rey. Siete goles en el ejercicio pasado por cuatro tantos en la presente edición.

Como gol es sinónimo de Van Nistelrooy en este equipo, es preciso hablar de él y de su baja. Lesionado, el holandés no comparece en el césped desde la derrota burlesca que padecieron los blancos en Chamartín frente al Getafe el pasado 25 de febrero, hace siete jornadas. Digan lo que digan los números, su baja la acusó el Real Madrid. Porque sus 25 goles de la temporada pasada aseguraban un puñado importante de puntos. Como lo hicieron sus 12 goles hasta esa jornada en que dejó de jugar. Este ejercicio el holandés ha participado en 21 encuentros, 20 de ellos como titular y, además de la docena en España, anotó 1 en Copa y 7 en Liga de Campeones. Cifras gigantes para un delantero de su voluminosa talla que añora el Madrid.