Liverpool, Efe

Un gol en propia meta de Riise en tiempo de descuento permitió al Chelsea londinense romper el maleficio de Anfield con un empate a uno que confirió a los «Blues» una ventaja inmerecida frente al Liverpool, ante el partido de vuelta de la semifinales europea. Al Liverpool no le bastó ayer la contundencia que esgrime en el continente ante un Chelsea demasiado rígido al que la fortuna, en forma de gol en propia meta, salvó de estrellarse, una vez más, con la fortaleza de Anfield.

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