Gijón, J. E. CIMA

Sergio Matabuena (Santander, 12-2-1979) al ser sustituido por Pablo de Lucas (minuto 79) frente al Sevilla Atlético recibió una gran ovación. El pivote cántabro reconoce que «nunca viví algo igual en mi carrera y fue algo genial y de agradecer porque no soy de los que marcan goles o hacen fútbol bonito. Soy un jugador de club que hace su misión. Es bonito que te lo reconozcan así».

El balance de ese triunfo, según Matabuena, pasa porque «hicimos buen fútbol en general, a pesar del empate por el penalti, que no sé si fue, pero nos conjuramos en el descanso y supimos reaccionar luego para ganar con autoridad. Por la forma de vencer, nos dará moral y confianza, después de una buena racha, salvo el partido de Málaga. Creo que jugamos mejor, no salimos atenazados como otras veces y sin saber muy bien cómo hacerlo».

Una conjura triunfal

Precisamente el sábado, en vísperas del partido y al final del entrenamiento, todo el equipo, con el técnico Preciado, hizo un reducido corro sobre el césped y se conjuró. Matabuena reconoce que «fue la primera vez. Nunca había vivido esto. Se habló de que queda menos, que todos debemos apretarnos los dientes y dar el máximo para que al final salga bien. También, cómo hay que afrontar esos últimos partidos. Y nos salió bien. La afición nos está ayudando mucho. Les pido que sigan así, achuchando al rival y nos levanta cuando decaemos».

Los resultados en la última jornada beneficiaron al Sporting. Matabuena explica que «la Segunda está más igualada que ninguna y es muy difícil ganar. Nosotros no supimos ganar al Nàstic y también le pasó a la Real Sociedad. El Salamanca venció en Elche. Cada semana hay resultados así y seguirá hasta el final. Así que hay que ir partido a partido».

Ahora jugarán en Cádiz, y el pivote cántabro señala que «es un campo bonito y con solera, donde apetece jugar. La afición allí aprieta mucho y tienen buen equipo porque era una plantilla para subir, pero no les salieron bien las cosas. Nuestra arma es afrontarlo con buena actitud y puliendo los fallos últimos que nos costaron los puntos, aunque frente al filial sevillista los corregimos».

Ahora ya están más cerca de Primera. Matabuena argumenta que «no hay que mirar eso porque quedan muchos partidos y van a pasar aún muchas cosas. Hay que ir solo partido a partido».

Con el filial del Racing vivió dos ascensos a Segunda B, pero el pivote se imagina que el rojiblanco sería «algo increíble por las ganas que tiene la afición y cómo nos viene animando. Sería inolvidable. A ver si lo logramos entre todos. Veo que ya tenemos a todos recuperados, que físicamente dominamos en las segunda partes al rival en todos los partidos y no veo a nadie que corra como nosotros. Llegamos fuertes a este tramo final. Mejor no se puede estar».