Montmeló (Barcelona), Á. FAES,

enviado especial de LA NUEVA ESPAÑA

Acalorado, sudoroso y sin demasiadas concesiones, Fernando Alonso compareció después de terminar tercero la última sesión de entrenamientos libres. Se esperaba a un piloto alegre, satisfecho porque las mejoras en su coche surten efecto. Pero hay algo que no le permite relajarse. Un tipo analítico, controlador y reflexivo se encuentra cojo cuando no domina todas las variantes. Y lo que hayan podido hacer sus teóricos rivales le preocupa. No quiere euforias, alegrías, ni falsas esperanzas que lleven a desengaños si todo sigue como en las tres primeras carreras.

«Que nadie se lleva a engaño con este resultado. Esto está bien para la ilusión del equipo y de la gente, pero no es suficiente. Poco antes de acabar la sesión estaba en la posición quince. Luego hemos puesto neumáticos blandos, hemos quitado gasolina y me he puesto tercero de golpe».

La cautela no es obstáculo para que Alonso se reconozca «contento» con las mejoras del coche, que la semana pasada demostró un avance objetivo en los entrenamientos de Montmeló. Su problema es que reconoce «dudas en incertidumbre» por el desconocimiento del potencial real respecto a los demás equipos. «La sensación que tengo es que estamos parecidos a las tres primeras carreras. Vamos a pelear por entrar en la crono 3 y en la carrera, el objetivo es el séptimo puesto». Alonso dibujó una gran pelea por esos dos últimos puestos que dan puntos los domingos. «Ser séptimo y octavo es el objetivo para cuatro equipos, que también se pelearán por los tres puestos libres que quedan en la tercera tanda cronometrada». Da por hecho que, en circunstancias normales, los seis de Ferrari, McLaren y BMW estarán por delante e incluye a Renault en el grupo intermedio junto a Toyota, Williams y Red Bull.

Esa incertidumbre que manifiesta el asturiano se empezará a despejar hoy. «Igual mañana tenemos una grata sorpresa y estamos fácil en la crono tres y luego llegamos bien a los puntos en la carrera». Fue la única concesión al optimismo que se permitió, después de cumplir con una sesión de entrenamientos complicada. «Hay que esperar y mejorar un poco el coche porque la semana pasada rodamos en 1.20 y ahora no bajamos de 1.22. La pista está complicada, pero espero adaptarnos antes que los demás equipos».