Montmeló (Barcelona), Andrés VELASCO,

enviado especial de

LA NUEVA ESPAÑA

Si Fernando Alonso ya ha demostrado que es uno de los mejores pilotos del mundo, fuera de la pista el fenómeno social que arrastra está fuera de órbita. Las tiendas oficiales de la Fórmula Uno repartidas por todas las áreas del circuito de Montmeló no son capaces de llevar la cuenta de todos los artículos que han vendido del piloto asturiano y de su equipo, el Renault F1 Team. Seguidores tanto españoles como extranjeros demandan la ropa, los llaveros, o incluso los tapones para los oídos que tienen relación con Fernando Alonso.

Responsables de las tiendas del circuito explican que el artículo más demandado por los aficionados son las gorras oficiales de esta temporada, si bien también la gorra que Fernando Alonso portó en su anterior campaña en Renault -antes de irse a McLaren- es uno de los artículos estrella. En segundo lugar, las camisetas oficiales del equipo francés son las más vendidas en los stands. En segundo lugar de ventas, y como no podía ser de otra manera, se sitúa Ferrari. Los motivos son dos: uno, la tradición de la marca del «cavallino rampante» y el otro, la amplia gama de productos que ofrecen, desde mochilas hasta camisetas, pasando por tops, gorras, pañuelos o banderas.

Pero lo que más llama la atención del fenómeno Alonso es que la gente no se detiene ante los elevados precios de los artículos. Sin ir más lejos, una gorra oficial cuesta treinta euros, una camiseta de Fernando Alonso sesenta (por los cuarenta de la del equipo, sin su nombre). Pero el artículo más caro de la boutique del asturiano es su camisa oficial, que lleva bordados a todos sus patrocinadores y que alcanza un precio de ciento veinte euros.

Aún así, Fernando Alonso sigue moviendo masas, que no se detienen a la hora de adquirir uno u otro artículo tengan el coste que tengan, porque ante todo y sobre todo, para muchos es un honor vestirse de campeón.