Gijón, Víctor RIVERA

«Es imposible que haya sorpresas porque está todo el mundo y, viendo lo que pasó el otro día, uno se puede hacer una idea aproximada de lo que va a ser el equipo». Manuel Preciado ratificó ayer lo que había dejado entrever en el partidillo semanal del jueves. El técnico, como no podía ser de otra manera, repetirá en Cádiz el mismo equipo que goleó al Sevilla Atlético la semana pasada en El Molinón. Preciado presume de ser un entrenador justo y es de justicia mantener un bloque que da un rendimiento así.

El técnico cántabro tampoco quiso cerrar completamente la puerta a que se produzca alguna pequeña modificación. «Podría haber algún matiz», concedió Preciado, para precisar que «la cosa estuvo bien el domingo pasado y no creo que haya motivos para cambiarlo». Una vez recuperados Barral y Kike Mateo, con todos los efectivos a excepción de Andreu disponibles para el centro del campo y con el buen nivel de los centrales, Preciado afronta el tramo decisivo de la competición con el bendito problema de tener que dejar fuera del once a futbolistas que fueron importantes en muchos momentos de la temporada, como Gerard o Barral. «Ojalá hasta el final tengamos la posibilidad de elegir y la competencia que hay en este momento, porque ha habido rachas en las que hemos estado muy justos en alguna posición y esto ahora es un alivio», puntualizó.

El Sporting afronta en Cádiz un complicado partido, ante un rival de enorme potencial que no ha ofrecido el rendimiento que se esperaba de él, tal y como destaca Preciado: «En agosto, absolutamente todo el país pensaba que en esta categoría había veintiún equipos y el Cádiz. Aterrizaron Baldasano, Del Bosque, García Remón, ficharon jugadores de primerísimo nivel y parecía que el Cádiz estaba en Primera sin jugar». El Cádiz viene de encadenar dos victorias consecutivas que le han permitido ascender a la zona tranquila de la clasificación y afronta el partido ante el Sporting sin presión de ningún tipo. «Sinceramente, creo que es mejor que no se jueguen nada, pero luego igual resulta que les viene bien porque se serenan y juegan mejor», argumentó el entrenador rojiblanco, que se mostró encantado con la posibilidad de jugar en un campo como el Carranza, con el ambiente que siempre se vive en él.

Los antecedentes de los últimos enfrentamientos entre estos dos equipos hablan de un partido vibrante, lleno de goles, de tensión y de jugadas polémicas. «Desde que yo estoy aquí, los partidos contra el Cádiz han sido fuertes, viriles, duros, no exentos de polémica, con muchos goles... pero creo que eso se produjo porque el entrenador era Oli y que el pique viene por ahí», esgrimió el técnico rojiblanco.

Preciado prefiere enfrentarse al Cádiz, que no se juega nada, que a un equipo de la zona baja. El técnico no detecta euforia en su plantilla tras la goleada ante el Sevilla Atlético: «Estamos muy tranquilos, no nos dejamos llevar por la euforia. Sabemos que nos quedan ocho partidos muy importantes y que si ganamos en el Carranza daremos un buen arreón».