El Unión Popular de Langreo cada vez lo tiene mejor para participar en la promoción de ascenso. En la pasada jornada fue el más beneficiado respecto a los equipos que aspiran a jugar la liguilla. Si anteriormente lo tenía bastante bien, desde luego que ahora el devenir se vislumbra más fácil -aunque en fútbol nadie concede facilidades- para lograr su propósito.

Y ello contra viento y marea, venciendo todos los obstáculos que parecía iban a trastocar los planes deportivos del equipo que dirige Paco Fernández. No se han de olvidar las vicisitudes que sufrió y sigue sufriendo el cuadro azulgrana: lesiones, sanciones, enfermedades, bajas de varios futbolistas por voluntad propia, impagos de nóminas, por lo que lo hecho hasta ahora por los futbolistas de la primera entidad de la cuenca del Nalón, que en los últimos cuatro partidos anotó el mismo número de victorias, tiene mucho mérito. Si la Liga acabara hoy, el UP Langreo también jugaría la promoción de ascenso, al aventajar a sus más directos rivales en el «goal average». Pero nadie en el Nuevo Ganzábal lanza las campanas al vuelo. Y es que nunca se ha de vender la piel del oso antes de abatirlo, pese a que la confianza es grande y, sin duda, fundamentada, en cuanto a competir una vez más para acceder a la tan añorada superior categoría.

Tres partidos son los que faltan para la conclusión de la Liga regular. Aún, pues, se han de disputar nueve puntos.Y desde luego que puede pasar de todo respecto a las tres primeras plazas -el liderato ya se lo adjudicó el Real Oviedo-, que aún no tienen dueño. Así que la cosa está que arde. Y es que las incógnitas aún están sin despejar.

El «gomeru» azulgrana está preparado para no fallar en los tres postreros partidos ligueros. Si acierta, y hagan lo que sea los demás, el Langreo jugará la promoción.