Gijón, Víctor RIVERA

El sportinguismo afronta el encuentro ante el Granada 74 con el doble objetivo de llenar El Molinón y de crear un ambiente de Primera. Por este motivo, la candidatura a presidir la federación de peñas sportinguistas, que encabeza Maximino Vázquez, tiene previsto realizar un importante esfuerzo y repartirá veinte mil globos rojiblancos en el exterior del estadio durante los prolegómenos del encuentro. Además, los organizadores de esta iniciativa hacen un llamamiento para llenar El Molinón.

Los globos irán acompañados de una serie de indicaciones para tratar de lograr un efecto colectivo. La idea es que todos los aficionados que acudan al estadio reciban al equipo agitando los globos para dar colorido a las gradas. Además, una vez que por la megafonía del estadio suene la última nota del himno rojiblanco, se anima a todos los aficionados a que exploten los globos para tratar de conseguir el efecto de una gran traca.

La afición del Sporting quiere estar a la altura de lo mucho que se juega el equipo y por eso no está dispuesta a que decaiga el ánimo a pesar de que el visitante de turno no sea un rival de mucho renombre. Las cuentas que maneja el sportinguismo dan como resultado que a los rojiblancos puede bastarles con ganar los cuatro partidos de casa para lograr el ascenso. Por eso, la afición se moviliza para hacer del feudo rojiblanco un fortín.

El club ya ha puesto a la venta las entradas para este choque, El precio de las localidades será de 30 euros en la tribuna oeste, 25 en la tribuna y grada este; 20 en las gradas norte y sur y en el fondo joven, y de 15 euros para los aficionados en edad infantil.

Desde el club se espera que el puente del Primero de Mayo no reste asistentes a El Molinón, dada la gran trascendencia del encuentro para los intereses rojiblancos. Uno de los ilusionados es el propio entrenador, Manuel Preciado, quien desde su llegada al Sporting ha reiterado en numerosas ocasiones su deseo de ver El Molinón lleno. Tal y como se lo encontró en la temporada 2003-04, la primera de Marcelino, cuando vino con el Levante a jugar al estadio gijonés.

Los últimos encuentros en el feudo rojiblancos han registrado un gran ambiente, con aforos superiores a los 20.000 seguidores, que apoyaron incesantemente al equipo y le ayudaron a lograr la victoria.