Gijón, Eloy MÉNDEZ

A la media hora del partido que enfrentó este sábado al Sporting y al Granada 74, cuando las fuerzas de los dos equipos estaban igualadas, Miguel Madera, «Míchel», fue expulsado por el colegiado valenciano Mateu Lahoz, tras realizar una entrada por detrás sobre Ruz, lateral izquierdo del conjunto andaluz. La expulsión, protestada por un amplio sector de la afición sportinguista al entender que fue demasiado rigurosa, es la segunda que sufre el centrocampista lenense esta temporada, después de que el mismo árbitro le mandara a los vestuarios antes de tiempo en el partido que enfrentó en El Arcángel a los hombres de Manuel Preciado con el Córdoba. Una situación que también se repitió en tres ocasiones durante la pasada campaña, una de ellas en el partido frente al Numancia, también protagonizada por el mismo colegiado, y que preocupa al cuerpo técnico rojiblanco y a los responsables directivos del club, no tanto por el número de veces que se ha producido, sino por cómo se ha producido.

«Estoy cabizbajo», reconocía ayer Míchel, a pesar de la apoteósica victoria que el Sporting había conseguido veinticuatro horas antes en El Molinón. El canterano no entiende el motivo de su expulsión y cree que el castigo debería haber sido menor. «No tengo mucha suerte con este árbitro», asegura tras recordar que ya en el partido que enfrentó al Numancia frente al Sporting en El Molinón la pasada temporada fue expulsado por doble amonestación, después de «resbalar y dar a un contrario».

Pero el encuentro frente a los sorianos no es el único que Míchel vio terminar desde el túnel de vestuarios en la temporada 2006-2007. El lenense fue expulsado también en El Toralín frente a la Ponferradina tras golpear con la mano en la cara de un rival. Y también en el Nuevo Zorrilla y contra el Valladolid fue castigado con la expulsión.

Este año, el lenense se perdió el final del encuentro frente al Córdoba, donde Mateu Lahoz decidió que abandona el terreno de juego por una roja directa al realizar una dura entrada a un contrario tras recibir una patada de éste. Tras cumplir dos partidos de sanción, Manuel Preciado le apartó de la titularidad varias jornadas, en lo que se interpretó como un toque de atención por parte del técnico de El Astillero.

Además, fue el segundo jugador del Sporting más amonestado el año pasado, con 13 cartulinas y tan sólo superado por Samuel, con 16. Este año, ya suma 12 amonestaciones, además de la roja que vio el sábado en El Molinón.