Ayer fue una jornada intensa de ciclismo. El espectador pudo disfrutar de los ciclistas tanto por la mañana como por la tarde. En cambio, a los ciclistas los dobles sectores no nos gustan nada porque desde que nos levantamos hasta casi la hora de acostarnos estamos con el culote puesto.

En el sector matutino se voló, llegando con casi quince minutos de adelanto sobre el mejor horario. Se hizo la fuga que todo el mundo deseaba, pero con buenos corredores como Isidro Nozal, De la Fuente o Manuel Vázquez. Por detrás, rápido se pusieron a colaborar los jóvenes del Orbea y los Euskaltel no dejándoles ir mucho más allá de medio minuto. Pero los de delante seguían insistiendo, y el último que fue alcanzado, Manuel Vázquez, seguro que volverá a intentarlo.

En las cercanías a Llanes, el Burgos Monumental controló perfectamente la carrera para dar la oportunidad a su sprinter Joaquín Sobrino, que finalizó en un meritorio quinto puesto, pero que no pudo con la punta de velocidad de un excepcional Garzelli, que consiguió el triunfo final.

En el segundo sector, el ciclismo asturiano sí obtuvo su recompensa con la victoria de un sensacional Samuel Sánchez, que llevaba días comentando que su objetivo es el Tour de Francia, pero que en esta contrarreloj iba a hacer un test importante en su preparación. La gente que disputaba la general no pudo hacer nada con el excelente tiempo que marcó el asturiano. Aun así, Vicioso mostró sus dotes de contrarrelojista y ha conseguido distanciar a sus compañeros de equipo y, sobre todo, a la mayor amenaza con vistas a la general, Stefano Garzelli.

Hoy, los corredores que disputan la general intentarán recuperar fuerzas, pero la gran mayoría buscará coger una fuga, ya que con el descontrol que está habiendo en la carrera es muy posible que hoy sí consigan llegar a Avilés.