Llanes, J. E. CIMA

Garzelli cumplió su primer objetivo de ganar, aunque fue un sector y lo logró a la tercera. En la Subida al Naranco puso el espectáculo y fue el más generoso, pero lo superaron Xavier Tondo y Koldo Gil. En la primera etapa de la Vuelta se tuvo que conformar con la segunda plaza en Gijón, tras un lógico convenio con el equipo La Aluminios, que metió a cuatro en la fuga y le llevaron en «butaca», sin hacer esfuerzos, hasta la meta; pero el italiano se vengó ayer ganando el sprint del pelotón en el sector matinal de Llanes para lograr su tercera victoria del año, cansado de ser nueve veces segundo en la temporada. Garzelli demostró su gran punta de velocidad ante esprínteres que incluso ganaron también etapas en el Tour de Francia, como el sudafricano Robert Hunter, que fue cuarto.

La duda era si Garzelli, que se jugaba la Vuelta, iba a meterse en el sprint de Llanes, porque tenía una curva peligrosa a 300 metros de la meta; pero como el ganador del Giro 2000 no la conocía y está con hambre de triunfos, sus compañeros del Acqua Sapone le prepararon la llegada y en la meta superó a su joven escudero, Diego Milán, que se quedó con la miel en los labios sobre la línea de meta. La pena es que el local Joaquín Sobrino, que tenía ilusión por triunfar en su localidad, tropezó en la última curva con el portugués Cardoso y eso le hizo perder una buena posición y mejor rebufo, lo que le privó de luchar por la victoria. Fue una pena, porque el hijo del ex profesional Sobrino está demostrando que es un especialista en las llegadas.

Del resto del sector matinal hay que decir que el pelotón volvió a volar en los 95 kilómetros que separaban Gijón de Llanes, porque se rodó a la alarmante media de 45 kilómetros por hora. Todo ello porque de salida los ataques fueron constantes y también las neutralizaciones. Hasta que camino del Gobernador se marcharon Contrini (Tinkoff), Isidro Nozal (Liberty), Manuel Vázquez (Contenpolis Murcia), De la Fuente (Saunier Duval), Cheula (Barloworld) y Rodrigo García Rena (Extremadura-Ciclismo Solidario), que sacaron rápido 40 segundos, pero no los dejaron pasar de eso. En la meta volante de Villaviciosa fue el esprínter Rodrigo García Rena quien se llevó el trofeo «Tirador» -gran ciclista de la Villa fallecido-, aunque se perjudicó para la meta de Llanes, dado que el año pasado ganó dos etapas en Asturias: en Gijón y en Oviedo.

Un pelotón tirado por el Orbea y el Euskaltel persiguió y jugó con los fugados como el gato con el ratón hasta neutralizarles pasado Ribadesella, a 25 kilómetros de meta. A excepción del combativo Manuel Vázquez, que al fallar ayer en San Martín de Huerces siguió en solitario. Luego se le unieron Herrero (Extremadura), Luis Álvarez (Burgos Monumental), Rabuñal (Karpin Galicia) y Maldonado (selección española); pero el Burgos, para Sobrino, y el Liberty, para Urtasun, lograron neutralizarlos a las puertas de Llanes.

Ahí tomó el relevo con fuerza el Acqua Sapone, que culminó la etapa copando los dos primeros puestos en el sprint con los citados Garzelli y Diego Milán. Garzelli se llevó la alegría de ser virtual maillot amarillo antes de la crono. Mientras que Samuel Sánchez entró descolgado para no forzar las piernas para la crono.