Gijón, A. ROZADA

A pesar de los esfuerzos, no pudo ser. El viento volvió a hacer la puñeta. El Comité de Regatas lo intentó y llegó a dar el pistoletazo de salida a la primera manga del día con más de una hora de retraso y un viento flojo que apenas superaba los cinco nudos. Pero se trató de un espejismo. Cuando solamente se había completado un cuarto del primer tramo de la prueba, los organizadores se vieron obligados a suspender la manga. Hubo varios intentos más, pero todos fueron inútiles. No había manera. Los elementos se habían aliado en contra de la regata. Se repetía la tónica del sábado, cuando las embarcaciones no pudieron rebasar la rampa del espigón central del Puerto Deportivo gijonés.

En el centro de la bahía, la flota permaneció a la espera cerca de tres horas hasta que una fuerte tormenta, con descarga eléctrica incluida, obligó al Comité de Regatas a dar por concluida la jornada y los barcos volvieron a puerto. Los esfuerzos de los chavales que patroneaban las embarcaciones resultaron infructuosos ante los factores meteorológicos, que se habían aliado en su contra. En estos casos, es conveniente no tentar a la suerte.

Con este panorama, la clasificación provisional no experimentó modificaciones. El resultado del primer día de competición se convirtió en definitivo. Las previsiones apuntaban a la disputa de nueve mangas; sólo se pudieron celebrar las tres del viernes. Una situación desalentadora para la organización de la prueba y los propios competidores que comprobaron cómo sus ganas quedaban relegadas a la nada por causas ajenas a su voluntad.

Pero como la alegría va por barrios, hubo algunos que disfrutaron de la situación. El claro ejemplo es el catalán Jordi Xammar. Teórico favorito del Club Náutico de Masnau, sacó provecho a los dos segundos y al primer puesto obtenidos en la jornada inaugural para proclamarse campeón de la Copa de España. El segundo lugar correspondió al valenciano Unai Peraita López, que consiguió dos séptimos y un cuarto puesto; mientras que otro catalán, Carlos Robles, se hizo con la tercera plaza. Fue el dibujo del primer día de competición que se mantuvo durante el resto de mangas para satisfacción de los vencedores.

La Copa de España de Optimist, organizada por el Club Marítimo Astur, el Puerto Deportivo de Gijón y la Federación Española de Vela, en colaboración con la de Vela del Principado de Asturias y la Asociación Española de la clase internacional Optimist, es una prueba que se incluye dentro del programas de actividades del Comité Náutico de Gijón. Una vistosa competición que llena de colorido la bahía gijonesa año tras año. Las aguas del mar Cantábrico se convierten en el escenario de una regata que supone el mejor escaparate posible para los 125 participantes que en ella se dan cita. Al final, será sólo uno el que se lleve la victoria y, en este caso, la victoria fue a parar al catalán Jordi Xammar, que cumplió los pronósticos. Tampoco se puede subestimar la actuación del resto de participantes, que completaron una gran jornada de apertura y ocuparon los puestos nobles de la general.

La prueba se inició el pasado viernes con la mirada puesta en el cielo. Siempre hay que tener muy presente la meteorología en este tipo de competiciones. Pero especialmente en estas ocasiones. El viento y la lluvia condicionaron totalmente la disputa de una Copa de España de Optimist, modalidad ligera de vela para menores de 14 años. La organización confía en que la próxima ocasión sea mejor y no haya que replegar velas.