Avilés, I. URÍA

Unas «pequeñas diferencias de índole económico» retrasan la confirmación oficial del fichaje de Roberto Robles como nuevo entrenador del Avilés. José María Tejero, máximo accionista blanquiazul, confiaba ayer en que el actual secretario técnico del Langreo hubiera «madurado durante el pasado fin de semana» esos flecos que le separan de convertirse en el sustituto de Iván González. De la llegada del técnico, además, dependen en gran medida varias operaciones para reforzar una plantilla en la que se espera impere la competitividad la próxima temporada. El berciano reconoció que la resolución está cercana y minimizó los puntos que han demorado la estampación de su firma en el contrato.

En el seno del club persiste la idea de que la pésima campaña que el equipo está a punto de completar es fruto, en parte, de la conformidad de algunos jugadores, que rindieron a un nivel mucho más bajo del esperado por su categoría. Para los responsables de la entidad, la falta de mano dura del cuerpo técnico para acabar con el acomodamiento también derivó en un descenso de la intensidad de los entrenamientos de aquellos que se consideraron fijos en su puesto.

En el pasado el conjunto blanquiazul contaba con una extensa nómina de futbolistas de clase media, pero para el siguiente curso la intención del Avilés es asegurarse la contratación de al menos 5 o 6 efectivos contrastados, completar el grupo con 7 u 8 de la primera plantilla, y el resto, juveniles. Los cedidos tienen escasas opciones de regresar tras una campaña sin excesivo brillo.

Esta política deportiva del club agrada a Robles, para quien no sería necesaria una gran revolución a la hora de confeccionar el nuevo equipo. El entrenador es partidario de fichar 5 o 6 jugadores, dar la máxima confianza a los jóvenes y aplicar la justicia a la hora de decidir las alineaciones, siempre en función del trabajo semanal y las actuaciones en los partidos. Según el técnico, el Avilés contó esta temporada con una de las seis o siete mejores plantillas del campeonato, aunque diferentes circunstancias impidieran que alcanzara su máximo nivel. «No hay tantos jugadores malos como se ha dicho», subrayó.

La contratación del berciano acelerará algunas de las conversaciones que el club ha mantenido con posibles fichajes. Algunos de ellos han manifestado su reticencia a comprometerse con el equipo sin conocer antes el nombre del ocupante del banquillo, y otros podrían incluso echarse atrás al conocer los duros métodos de un técnico que se ha distinguido siempre por llevar con mano firme los grupos con los que ha trabajado. «En la planificación ya se sabe que hay que hacer las cosas bien, con tiempo y sin precipitación. Para empezar hay que valorar el presupuesto que maneja el club y a los futbolistas».

Por otra parte, la plantilla blanquiazul descansó ayer y volverá hoy al trabajo en el sintético de La Toba para preparar el partido que disputará el domingo ante el Candás a las 17.00 horas. El Navarro visitará a la misma hora al Astur en el Hermanos Llana y el Hispano recibirá al Ribadesella en Ferrota.