Gijón, Eloy MÉNDEZ

Nunca desde que descendió, hace diez años, a Segunda División, el Sporting estuvo tan cerca de regresar a la máxima categoría del fútbol nacional. Tercero, con 61 puntos y a falta de seis semanas para el final de la competición, los rojiblancos tienen a la Real Sociedad como el principal rival para luchar por una de las plazas de ascenso, ya que el Málaga rompió el domingo frente al Celta su racha negativa y sumó una victoria que le permite continuar tres puntos por encima de los gijoneses. Así, asturianos y vascos deberán pegarse por un sitio entre los grandes. Una lucha que el Sporting inicia con dos puntos de ventaja, el coeficiente de goles a su favor y con un calendario muy similar al de los donostiarras.

Los de Manuel Preciado regresan esta mañana a los entrenamientos con una sesión matinal que dará comienzo a las 10.30 horas en las instalaciones de Mareo. Lo harán para preparar el partido de este sábado frente al Tenerife, que dará comienzo a las 18.30 horas según horario peninsular y que será retransmitido en directo por la Televisión del Principado de Asturias (TPA). Será el primer obstáculo en el sprint final a mes y medio para que finalice la liga. El equipo canario llegará al duelo en tierra de nadie, con la permanencia en el bolsillo desde hace semanas, aunque lejos de luchar por el objetivo del ascenso, después de otra temporada de ilusionas rotas. Todos los condimentos para que la suspicacia haga florecer las dudas sobre la posibilidad de que los de José Luis Oltra lleguen motivados por primas económicas procedentes de clubes implicados en el ascenso.

Además, desde las islas afortunadas ya han llegado las primeras voces que apelan a la profesionalidad de la plantilla chicharrera. Así, el delantero Mikel Arruabarrena aseguró ayer que «no es lo mismo» acabar la temporada «séptimos que decimoquintos» e hizo un llamamiento a sus compañeros de equipo para que ahora que «llegan partidos contra los equipos de arriba queremos que vean que podemos competir contra ellos para que la afición empiece a ilusionarse de cara al año que viene». Además, advirtió de que el Sporting puede acusar la presión de una Real Sociedad «que le sigue muy de cerca».

Por su parte, el equipo de Juan Manuel Lillo también tendrá que jugar este fin de semana con la presión que supone no poder fallar en el Ramón de Carranza ante el Cádiz, otro histórico del fútbol español. Los andaluces se encuentran en la parte templada de la tabla, aunque aún no han amarrado la permanencia de manera matemática y deberán ganar, al menos, dos de los seis partidos que restan para poder respirar tranquilos.

Más allá de la próxima jornada, tanto Sporting como Real tienen un calendario muy parecido, ya que, en muchos casos, deberán sacarse las castañas del fuego frente a los mismos equipos. Así, los gijoneses recibirán después de viajar al archipiélago canario al Salamanca, mientras los donostiarras se enfrentarán en Anoeta al Granada 74, último equipo que visitó El Molinón, este mismo sábado. En principio, tanto castellanos como andaluces son dos cuadros de la mitad baja, aunque los granadinos se jugarán en San Sebastián parte de sus opciones de continuar en la categoría de plata un año más.

Después, en la jornada trigésima novena, llegará el viaje de los gijoneses a Vitoria para enfrentarse a un Alavés que, a día de hoy, está tan sólo un puesto por encima del descenso e igualado a 41 puntos con el Xerez. Ese mismo fin de semana, el del 18 de mayo, la Real Sociedad deberá viajar precisamente a Santa Cruz de Tenerife para disputar su partido en el Heliodoro Rodríguez López, precisamente lo mismo que hará esta semana el Sporting. Una semana después, los de Manuel Preciado tendrán otro enfrentamiento contra uno de los equipos que lucha desesperadamente por no irse la pozo de Segunda B. El Córdoba rendirá visita a El Molinón en una situación que, al menos a tenor de su situación actual, se presume muy delicada. Los verdiblancos son actualmente penúltimos y están a cuatro puntos de salir de los puestos de descenso. Por su parte, la Real recibirá al Salamanca.

Los caprichos del calendario han querido que prácticamente los mismos equipos se tengan que ver las caras con varios de los primeros clasificados. Así, los rivales que deje el Numancia, líder de Segunda y a medio paso de lograr el ascenso, se convertirán en los próximos contrincantes del Sporting, que, a su vez, se los «pasará» al Racing de Ferrol. Tras los gallegos, le llegará el turno a la Real Sociedad.

De acuerdo a este silogismo, en la jornada cuadragésima primera y a tan sólo dos partidos para que finalice la liga, el Sporting realizará el último desplazamiento de la temporada a tierras levantinas para enfrentarse al Castellón en Castalia. Mientras, la rival viajará a la provincia vecina para medirse al Alavés. Un partido que, en caso de que los vitorianos ya hubieran conseguido la permanencia, podría estar envuelto en cierta polémica, dada la tradición que acompaña a los equipos vascos de prestarse ayuda en los últimos partidos en el caso de que alguno de ellos llegue necesitado de puntos.

Para el Sporting, el año se cerrará en El Molinón el 15 de junio frente al Éibar, otro de los conjuntos del País Vasco que milita en Segunda División, mientras la Real recibirá a un Córdoba que podría estar ya desahuciado. Será el final a un mes y medio de infarto en el que los aciertos propios y los errores ajenos determinarán el destino de dos grandes.