Gijón, V. R.

«Vine con la intención de entrenar, pero el médico prefirió que no lo hiciera». Sergio Matabuena no es uno de esos jugadores que acostumbren a quejarse. El cántabro, muy al contrario, es de los que aprietan los dientes y por eso ayer acudió a Mareo con la intención de dejar a un lado sus molestias en el sóleo y entrenarse con normalidad. Fue el médico quien le frenó y le explicó que «iremos probando poco a poco a ver cómo responde el músculo afectado».

Matabuena desvincula sus problemas físicos del sobreesfuerzo que tuvo que realizar el pasado domingo al quedarse sólo en el centro del campo por la expulsión de Míchel. «Más que el esfuerzo, fue un gesto que tuve en un salto y que me dejó estas molestias», apuntó el cántabro. Matabuena será sometido esta mañana a una resonancia magnética para despejar cualquier duda sobre el estado de su pierna.

El cántabro, hombre de confianza de Preciado, restó importancia a su lesión, puesto que «el entrenador cuenta con suficientes jugadores en ese puesto y tiene varias soluciones para escoger». Por último, valoró la situación asegurando que «somos conscientes de que seguimos a un partido y nos podemos quedar fuera».