Gijón, Ángel CABRANES

Los alevines del conjunto rojiblanco viajaron el pasado fin de semana a Portmany (Ibiza) para disputar el II Torneo internacional «Sant Antoni» de fútbol 7, que reunió a equipos de categoría internacional como Villarreal, FC Barcelona, Atlético de Madrid, Getafe, Espanyol o los holandeses Feyenoord y Az Alkmaar.

Las 2.500 localidades del municipal de la Villa del Portmany se quedaron pequeñas para recibir en la tarde del jueves a los participantes, como explica el entrenador del Sporting, David Caelles: «Al principio quedamos impresionados al ver tanta gente, lástima que no se llenaran también en los partidos, pero aun así nos sorprendió», comenta. Una oportunidad que permite ver los defectos a mejorar para poder sacar futuros valores de Mareo: «A nivel técnico no tenemos que envidiar a nadie, me atrevería a decir que somos de los mejores, pero debemos trabajar más el físico, porque conjuntos como Betis, Espanyol o Barcelona cuentan con jugadores muy fuertes». Aun así los de Caelles no pecaron de inexpertos en este tipo de competición, «en junio tendremos cuatro torneos más de estas características, los chavales están acostumbrados», concluye. Los gijoneses compartieron grupo con el Az Alkmaar holandés, los locales Portmany y el FC Barcelona. Víctor, capitán de los rojiblancos, explicó así su experiencia: «A pesar de estar en un grupo muy complicado, con este tipo de partidos te das cuenta de la repercusión del Sporting fuera de Asturias. Todo el mundo conocía la entidad y nos trató con mucho respeto», relata el pequeño capitán.

El equipo firmó un décimo puesto final, tras quedar apeado en la liguilla previa al terminar por detrás de FC Barcelona, campeón del torneo, y el Portmany. Tras esta fase, jugaron un partido de consolación frente al conjunto venezolano Franco Rizzi, al que se impusieron por 2-1 en un apretado partido. Una experiencia que demuestra que para ver al primer equipo entre los mejores es necesario que los pequeños también compitan desde sus inicios con la élite.