Gijón, Víctor RIVERA

Manuel Preciado se mantiene fiel a la política habitual que ha seguido durante toda la temporada y evita los experimentos ante el decisivo encuentro que los rojiblancos jugarán el próximo sábado en Tenerife. Una vez confirmada la ausencia de Matabuena, Preciado tira de sus clásicos para sustituir a su hombre de confianza. Iván Hernández adelanta su posición para acompañar a Míchel en el centro del campo y Gerard regresará al equipo titular después de tres semanas de descanso.

Al menos, eso es lo que parece tras lo visto en el partidillo semanal celebrado ayer. Esta vez el técnico no escondió sus cartas y en el tercer tiempo formó al teórico equipo titular. Enfrente situó a los reservas con un sistema 4-1-4-1, el mismo que viene utilizando habitualmente el Tenerife. La prueba no dio demasiado buen resultado, ya que la victoria en este tercer tiempo sonrió a los suplentes (0-1).

La gran noticia del entrenamiento de ayer fue ver totalmente recuperados a Diego Castro y Kike Mateo, que tomaron parte en la sesión con total normalidad. El murciano se mostró muy motivado, luchó, se tiró al suelo y buscó con insistencia el gol. No tuvo suerte, pero a punto estuvo de conseguirlo con un disparo cargado de efecto que se estrelló en el poste.

Neru, que el martes se había retirado lesionado, e Hidalgo también tomaron parte en el entrenamiento de ayer sin ningún problema. Antes de formar al teórico equipo titular, Preciado aprovechó los dos primeros tiempos del partidillo para dosificar a sus futbolistas repartiendo estratégicamente los descansos y para realizar diversas pruebas. Así, durante uno de los tiempos, Pablo de Lucas formó pareja de pivotes junto a Míchel. El centrocampista alicantino sonaba con fuerza para sustituir a Míchel en el caso de que se mantuviera la sanción, pero al ser Matabuena el ausente pierde enteros. Preciado prefiere suplir al cántabro por un hombre de corte más defensivo como es el caso de Iván Hernández.

En el entrenamiento de ayer se marcaron tres goles, uno en cada tiempo, que tuvieron un marcado protagonismo de los jugadores del filial. El primero lo logró Lora, con un disparo raso desviado por Joni López; el segundo lo firmó Barral, al culminar con una vaselina un espectacular pase al espacio de Lora. La cuenta la cerró Carlos Álvarez al remachar a placer el rebote tras un buen disparo de Barral con la zurda.