Avilés, I. URÍA

El juvenil blanquiazul Carlos Fernández, «Kaki», no se anda con bromas. El candasín, de 18 años, sustituyó a Sorribas el pasado domingo para debutar en Tercera ante el equipo de la localidad a la que pertenece y le bastaron 4 minutos en el campo para marcar el gol de la sentencia. «Estaba relajado», señaló ayer.

El delantero del conjunto de Liga Nacional que ascendió a División de Honor es uno de los canteranos que trabaja desde hace semanas a las órdenes de Iván González en el primer equipo avilesino. El objetivo de los jóvenes es ganarse un hueco en la plantilla que dirigirá el próximo curso Roberto Robles, y Carlos no ha podido empezar con mejor pie. «No soy un goleador, suelo dar asistencias. Me la pasó Juan Val y se la metí por debajo de las piernas al portero», explicó.

A pesar de que el feliz estreno se produjera a costa del Candás, el delantero sólo ha recibido parabienes de sus conocidos. El juvenil, que llegó al Avilés esta temporada procedente del Victoria, confía en ser uno de los elegidos por el nuevo técnico. De momento, Iván sabe que cuenta con un efectivo al que no le sobra pólvora para contrarrestar la inexperiencia. Además de Carlos, en La Mata debutaron Chema y Sergio, del filial.