Milazzo, E. P.

El italiano Daniele Bennati, del equipo Liquigas, fue el vencedor de la tercera etapa del Giro, disputada ayer entre Catania y Milazzo, de 221 kilómetros, en la que su compañero Franco Pellizotti conservó la maglia rosa de líder.

Bennati, de 27 años y profesional desde 2002, superó en el sprint a los alemanes Erik Zabel (Milram) y Danilo Hondo (Serramenti). El desenlace al sprint no varió las principales posiciones de la general y tras Pellizotti se mantiene el estadounidense Vandevelde, a un segundo, y el danés Sorensen es tercero a 7. El español Alberto Contador (Astana) se mantiene en la decimonovena plaza, a 30 segundos del líder.

La maratoniana jornada, la última en tierras sicilianas, estuvo animada por seis corredores que nunca inquietaron al pelotón, siempre controlado por el Liquigas de Pellizzotti. En el kilómetro 55 saltaban el italiano Chiarini (LPR), los franceses Buffaz y Roy (La Francaise), el belga Seeldrayers (Quick Step), el eslovaco Jurco (Milram) y el ruso Brutt (Tinkoff). El puñado de anónimos supo entenderse y una veintena de kilómetros después superaban los 4 minutos de ventaja.

El pelotón estabilizó la diferencia mientras se sucedían las caídas, una las cuales afectó a Riccó (Saunier Duval), el ganador de la segunda etapa, que sufrió una herida en su costado izquierdo y en la mano pero pudo continuar.

El guión exigía el primer sprint masivo, algo que se veía venir al observar que a 40 kilómetros de meta el grupo con todos los favoritos sólo tenía que limar poco más de minuto y medio a los fugados. El impulso implacable del gran grupo tumbó la aventura a 29 kilómetros de Milazzo, ciudad inmortalizada por Homero en la Odisea.

Otra caída volvió a perturbar la tranquilidad de la jornada, esta vez con serias consecuencias para el australiano Bradley McGee (CSC), quien hubo de ser evacuado en ambulancia al hospital con fractura de clavícula. El italiano Rebellin también se fue al asfalto, pero pudo reintegrarse al grupo.

Tinkoff y Barloworld se pusieron a atizar el ritmo. El desenlace estaba llamado a resolverse en la recta de llegada, cuando un nuevo susto dejó magullados al australiano Brown (Rabobank) y al ruso Trussov (Tinkoff). Mientras los heridos se levantaban del suelo, Bennati levantaba los brazos en vencedor, un éxito incontestable para un corredor que el pasado año obtuvo dos etapas del Tour y tres en la Vuelta.

Hoy se disputa la cuarta etapa, entre Pizzo Calabro y Catanzaro, de 187 kilómetros.