Celso A. SANJULIÁN

Oviedo,

La crisis económica del Esfer, que adeuda seis mensualidades a varios de sus jugadores, podría determinar un trasvase de efectivos hacia el FM Roller, el otro equipo ovetense que la próxima temporada militará en Primera División.

Se sabía de las dificultades financieras del Esfer, pero su auténtica magnitud se ha destapado ahora, al conocerse que varios de sus mejores integrantes son objeto de interés por el recién ascendido club de Villafría. La directiva que preside Severino Álvarez está intentando evitar la salida de efectivos, pero su propósito choca con la cruda realidad de los problemas económicos. Por lo pronto, los nuevos contratos que ofrece son a la baja.

El club de Fozaneldi quiere renovar a prácticamente todo su plantel. Sin embargo, las negociaciones van lentas debido al incierto futuro económico que vislumbran los deportistas. Y que además tienen otras ofertas sobre la mesa, entre ellas la del FM Roller y la de algún equipo catalán.

El descontento entre los esferistas es innegable. Se sabe de algún caso, como el de Mario Cuervo -uno de los jugadores más emblemáticos del club-, al que se le deben seis mensualidades. Y la cosa no queda ahí, porque tanto él como los compañeros que habían incluido en su contrato una prima por el ascenso a la OK, todavía no la han cobrado.

Mario es precisamente uno de los nombres que están en la agenda del Roller, que ya le ha hecho llegar una oferta. Como también la han recibido dos compañeros que asimismo juegan en la delantera, Jorge Álvarez y Toni Pérez.

Todo esto ha sembrado la alarma en el Esfer, donde se hacen cruces ante la posibilidad de perder a alguno de esos jugadores con tanto peso en el equipo.

Los deportistas, en cambio, perciben que ese interés que les llega del club que preside Felipe Muñiz es positivo para el hockey, y entienden que en el Esfer se pondrá aún mayor esmero por intentar llevar a buen puerto sus problemas económicos.

La pelota está, por tanto, en el tejado y no puede descartarse que haya sorpresas. Como señaló uno de los esferistas «tocados» por el Roller, «ya no es cuestión de cobrar más o menos, sino de cobrar», y es que en sus circunstancias lo que mayormente valoran es la seguridad de cobro.