Héctor NÚÑEZ

Cotobello (Aller),

El puerto de Pajares, los lagos de Covadonga, el alto del Naranco, La Cobertoria y el temible Angliru han colocado a Asturias en el panorama internacional del ciclismo como elemento decisivo para la Vuelta a España. Pues ahora sale a escena un nuevo «descubrimiento» en la orografía astur, el puerto de Cotobello.

Varios ciclistas profesionales asturianos, con Chechu Rubiera a la cabeza, han apostado por este puerto allerano como posible final de etapa en la Vuelta a España e, incluso, en la edición de este mismo año se especuló con la presencia de Cotobello, junto al Angliru, en la ronda nacional, pero finalmente, y no con poca polémica, se apostó por un final de jornada en Fuentes de Invierno.

La primera ronda que incluirá este puerto en su recorrido será la Vuelta Ciclista a la Montaña Central de Asturias, que en su undécima edición introducirá esta cota en su primera etapa. Ayer los directivos del Club Ciclista Puerta de Asturias, organizador de esta ronda, que se ha ganado un lugar de prestigio en el calendario regional de categoría élite sub-23, organizaron ayer una ascensión de entrenamiento para varios ciclistas asturianos profesionales, quienes dieron el visto bueno a Cotobello.

Samuel Sánchez (Euskaltel Euskadi), Carlos Barredo (Quick Step), Chechu Rubiera (Astaná) y Santi Pérez, junto a Ángel Rodríguez, conocido como el Roxu de Moreda, realizaron un entrenamiento en este puerto allerano organizado por el Club Ciclista Puerta de Asturias, en el que pudieron comprobar las particularidades de esta cota, que les dejó maravillados.

El más expresivo fue el ovetense del Euskaltel Euskadi, Samuel Sánchez, quien no ocultó sus sentimientos y afirmó categóricamente: «Es el mejor puerto de Asturias». El ciclista del Euskaltel Euskadi explicó esta aseveración al remarcar que «es un puerto muy bonito y que posee un ritmo muy continuo».

La historia del puerto de Cotobello está marcada por la minería, pues fue una mina a cielo abierto de Hunosa en la que la empresa minera creó una carretera de acceso para transportar el carbón en enormes camiones y que ahora ha sido descubierta por los cicloturistas de la zona y por los profesionales.

Se trata de 9,8 kilómetros de dura ascensión, con un desnivel medio del 8,41 por ciento. Se asfaltó hace dos veranos y por eso son muchos los cicloturistas que lo ascienden y hablan de sus maravillas.

El primero en comprobar la calidad del puerto allerano fue Chechu Rubiera, quien fue a conocerlo y quedó encantado de la ascensión y lo bonito que sería vivirlo para los aficionados. El gijonés llamó desde la cumbre a los responsables técnicos de la Vuelta Ciclista a España para que sea un final de etapa.

Esta propuesta del Rubiera no fue escuchada por la organización de la Vuelta, pero sí por los responsables de la ronda a la Montaña Central, como destaca el directivo Roberto Menéndez. «Fue Chechu quien nos recomendó incluir la cota en nuestra vuelta, pero la pasada edición ya era tarde pues teníamos perfilado el perfil de la ronda, pero este año la hemos incluido porque somos conscientes de su belleza y será el escenario del final de la primera etapa, que se celebrará el próximo 20 de junio y tendrá como salida Santa Eulalia de Morcín».

La orografía asturiana ha deparado otro diamante para la Vuelta a España. Una cota que, en principio, iba a ser final de una etapa en la edición de este año, junto con el Angliru, pero al final se decidió por Fuentes de Invierno, pero el próximo curso puede ser el del estreno de Cotobello en la ronda nacional. Los ciclistas profesionales asturianos apuestan de lleno por esta cota allerana con 10 kilómetros de ascensión y un desnivel medio del 8,41 por ciento.