Oviedo, C. A. S.

Sobreponerse a la presión de la grada es uno de los retos que afronta el Lacera Naranco en su visita de esta tarde (17 horas) al Maristas de Málaga. El rival de la promoción es un equipo de colegio, con una hinchada ruidosa y entusiasta que anima sin desmayo.

El entrenador de los oviedistas, Chechu Villaldea, manifestó que «el partido se presenta difícil, porque ellos van a estar muy espoleados por la afición». Su idea acerca del planteamiento es «no especular, sino salir a ganar, y en caso de que no se pueda al menos volver para Oviedo con un buen resultado».

La reaparición de Ramiro y las bajas de Alejandro, Sergio, Jordi y Grau son las novedades naranquinas. Los que ayer se desplazaron son Manolo, Dani, Israel, Alexis, Maxi, Charly, Nacho Huerta, Borragán, Fernando Manuel, Santi, Marcos y Ramiro.

La plantilla del conjunto naranquino, que tal y como había anunciado la directiva cobró el pasado miércoles la mensualidad de marzo, viajó animada y dispuesta a dar el máximo para continuar en División de Honor B.