Gijón, Á. CABRANES

Kike Mateo era uno de los más indignados a la salida de vestuarios donde todas las conversaciones giraban en torno a la actuación arbitral. Mateo, aunque enfadado, habló con la coherencia que le caracteriza: «Durante el partido la jugada de mi gol fue tan rápida que no sabía si era válido o no, una vez en el vestuario me han confirmado que era legal y uno se marcha con una rabia tremenda». Rabia por el valor del tanto, que habría sido crucial para conseguir la victoria: «Dejarte dos puntos por un error arbitral deja a uno con muy mal sabor de boca, pero otro día espero que se equivoquen a nuestro favor». El mediapunta no quiso valorar los posibles tratos de favor a la Real en esta jornada, aunque definió como «casualidad» el hecho de que los realistas salieran favorecidos tras quejarse de los arbitrajes al Sporting. «La Liga es muy larga, unas veces te dan y otras te quitan, por eso debemos esperar que la próxima no nos vayan a perjudicar», argumentó con cierto optimismo.

Muy diferente era el rostro de Dani López, lateral izquierdo del Salamanca al que el empate le supo a gloria: «Hemos hecho un partido muy completo, al final nos hemos llevado un punto cada uno que creo que ha sido lo más justo». Este asturiano tuvo que salir de nuetra región para buscarse su futuro futbolístico aunque le gustaría volver pronto a jugar a su tierra. «Desde pequeño siempre he querido jugar en un grande de Asturias. Estoy deseando que esta temporada asciendan los dos». Preguntado por las posibles primas, su sonrisa le delata. «Yo no voy a decir nada de eso, pero si tanto se habla... De igual manera el punto era importante para la permanencia», terció hábilmente.